Un revendedor señaló que aunque hace cola en los supermercados, lo que compra es para uso personal, ya que para su negocio clandestino se vale de proveedores que le surten en mayor cuantía. / Foto: ARCHIVO GENÉSIS TORANI

14 Jul, 2015 | El bachaqueo o reventa de productos de la cesta básica alimentaria es uno los oficios más lucrativos de la actualidad.

Un revendedor, que declaró bajo anonimato para no ser sancionado legalmente, indicó que al día produce cinco mil bolívares. Una compañera en la misma actividad señaló que los fines de semana las ganancias pueden superar los 15 mil bolívares.

Pero es una actividad riesgosa y socialmente censurada, aunque esto no es suficiente para disuadir la reventa de artículos escasos en sitios tan transitados como el mercado del pescado de Punda en Porlamar y en el Terminal Oeste que sirve al municipio Mariño.

Debido a los riesgos que corren, los bachaqueros venden su mercancía varias veces más cara que el precio regulado. El revendedor que accedió a contar cómo funciona su negocio, refirió que consigue el paquete de pañales en 1.300 bolívares y lo vende en 1.600 bolívares, al champú le saca 200 bolívares de ganancia a cada envase, por cada paquete de toallas sanitarias se embolsilla 250 bolívares mientras que cada fórmula infantil le genera 200 bolívares en ganancia.

“Lo que no me ganó en un mes vendiendo camisas o cualquier otra mercancía es lo que hago en tres días revendiendo productos”, dijo una de las revendedoras.

Estos vendedores aclararon que ellos no son “bachaqueros”, explican que los verdaderos bachaqueros no venden en las calles, sino son camioneros o personas con capacidad de almacenamiento y contactos con distribuidores importantes. Estos son los proveedores que los buscan para ofrecerle los productos básicos. En estas redes comerciales no escasean los artículos, porque aseguran que siempre hay gente buscando venderles mercancías.

Elizabeht Rangel, una vendedora de productos naturales en el mercado de Punda, afirmó que sin los bachaqueros la economía terminaría de paralizarse. “Yo no estoy en contra de los bachaqueros, porque son la salvación para quienes trabajan y no tienen tiempo para hacer cola”. Agregó que los bachaqueros se acaban cuando exista la libre competencia.

Opiniones diversas

Ana Fermín, habitante de Boca de Pozo, gastó Bs 1.550 en una fórmula infantil, dos envases de leche de larga duración y dos champús. "Cuando vengo a Porlamar, les compró a los bachaqueros porque no tengo tiempo para hacer colas y tengo la seguridad de que voy a conseguir lo que estoy buscando". Mientras que Deivys Larios, comerciante, criticó a los bachaqueros porque considera que cobran precios exorbitantes.