Cristina Tineo / Foto: CARIDAD LEAL

8 Jun, 2015 | El 80% de los pacientes que atiende la retinóloga Cristina Tineo Quijada en sus consultas en Margarita, son justamente diabéticos, de modo que recomienda a quienes sufren de esa enfermedad y a pacientes en general, no descuidarse, sino acudir al menos una vez al año a sus controles o chequeos, en prevención de patologías mayores.

Indicó que cada día son más los casos, e indica que según cifras manejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que para el año 2040 más de la mitad de la población mundial presentará problemas de salud asociados con la diabetes, y eso mucho tiene que ver con los actuales hábitos alimenticios.
El exceso de glucosa en la sangre es la causa directa de los síntomas clásicos de la enfermedad. Los riñones responden tratando de eliminar el exceso de glucosa, pero también aumenta la eliminación de agua junto con ella. Esto resulta en tener que orinar frecuentemente y en forma excesiva, lo cual a su vez causa una sed intensa.

Con la retina

Con los avances científicos no solo se han creado especialidades y subespecialidades útiles a la humanidad, sino que el médico tiene a su favor herramientas basadas en las nuevas tecnologías. En ese mundo de aprendizaje creciente y cada vez más acucioso se desenvuelve Cristina Tineo, una de las tres especialistas en retina que laboran en el contexto insular, lo cual la compromete significativamente.
Aun cuando por circunstancias ajenas a su voluntad no ha tenido la oportunidad en la Isla de ejercer en centros asistenciales públicos, esta profesional viene de una formación exigente y que valora, en el hospital “Pérez Carreño” de Caracas, institución a la cual considera una gran escuela.
Desde 2013, cuando regresó a su isla natal, ha laborado en el Centro de Especialidades Oftalmológicas (CEO), localizado el Centro AB, municipio Maneiro, y desde hace dos meses acude los días lunes a la Unidad Oftalmológica de la Clínica de El Valle, para atender consultas.
El tiempo se le acorta, a la hora de ejercer su profesión, pero eso no le amilana porque “amo lo que hago”, afirma sonriente y optimista, sin que por ahora le pase por la mente la idea de ejercer fuera del país, pero sí le preocupa el exagerado costo y escasez de medicamentos, y eso es un llamado de atención.

Anclada en la Isla

El ejercicio profesional en la Isla, donde hay tan pocos retinólogos, su familia y querencia insular, constituyen el “ancla” vital de su existencia. Al recorrer en la memoria el tiempo desde que se graduó de médica y luego se especializó, concluye en que una de las razones por las cuales escogió el estudio más profundo de la retina, es que es una especialidad con parte quirúrgica, y ser médica cirujana es otra fase que le gusta profesionalmente. “Cuando comencé el postgrado me sentí bastante a gusto, y hoy no me arrepiento porque ejerciendo tienes la satisfacción de darle alivio y soluciones a los pacientes que recibimos”.
A diario se enfrenta con diversas situaciones, sobre todo con acuse de desprendimientos de retina, causados ya sea por retinopatía diabética o por la degeneración macular, relacionada con la edad de la persona. Y en buscar sanación se centra.