26 May, 2015 | Se realizaron las primarias de la MUD. Desafortunadamente, no hubo elección para la lista que es una asignatura pendiente que debe resolverse en la forma más expedita y democrática posible que garantice una unidad solida y coherente. No se trata de satanizar al consenso, pero tampoco se puede utilizar esa figura como imposición.

Destacamos que hubo un comportamiento cívico y participación masiva que superó las expectativas con este tipo de comicios. Ejercí mi derecho en el Grupo Zulia de Porlamar donde me tocó estar dos horas en cola y luego pasar por el sistema de capta huellas que duró más tiempo que el empleado para votar. Algunas personas se retiraron molestas de la cola y no regresaron para ejercer su derecho por lo demorado del proceso. Apuesto a la unidad democrática para comenzar a salir de esta situación calamitosa que todos padecemos, incluso los partidarios del oficialismo, que tenemos que pasar penurias que jamás se habían sentido.

Todo proceso electoral tiene reglas. Toda lucha electoral está sujeta a presiones y pasiones, pero lo importante es la participación consciente y voluntaria de la gente, cosa que en muchos casos no ocurrió. Los resultados arrojan que Primero Justicia alcanzó 13 triunfos y Voluntad Popular 10. Aquí los ganadores fueron Orlando Ávila en el circuito 1 y Jony Rahal en el circuito 2 .Otra asignatura pendiente es la manera de resolver el segundo candidato por el Circuito 1. Lo más sensato y democrático es acatar la voluntad popular. Una imposición resultaría absolutamente inconveniente en este momento. El segundo diputado proviene de una causa sobrevenida. Parece lógico otorgar ese cargo a quien llegó en segundo lugar, en este caso, Pastor Heydra, un luchador democrático incuestionable.

La oposición democrática debe prepararse para nuevos eventos. No es fácil el camino de la unidad. La Unidad democrática no es patrimonio de nadie, ni de un grupo de partidos que pretende crear una hegemonía en ese campo. La Unidad es un genuino y autentico sentimiento nacional que no puede ser secuestrado ni puesto al servicio de intereses partidistas. La Unidad democrática somos todos. Cumplida esta etapa del proceso, los que resultaron ganadores deben administrar su triunfo con hidalguía y humildad y los que no fueron favorecidos aceptar las cifras electorales con dignidad y decoro como se ha demostrado. Vienen tiempo de reflexión y acción.

En política no hay nada cantado. De lo que haga el liderazgo opositor dependerá el futuro democrático del país. El pueblo, los ciudadanos, estarán pendientes de ello. Hoy más que nunca debemos anteponer la razón a la pasión y la emoción. Lo que está en juego es la recuperación democrática del país que es más valiosa que todos los partidos, pero que sin ellos, tampoco será posible.