21 May, 2015 | Cuando Gorbachov lanzó al mundo sus ideas sobre la perestroika y la apertura en la Unión Soviética dio inicio sin tregua hasta la caída del muro de Berlín y la disolución de la primera República socialista del planeta, no faltó quien se tirara de los cabellos para gritar con asombro ¡fin de mundo! El llamado socialismo real se desplomaba sin que para ello se disparara un tiro. Era la sola presencia de un joven líder que imponía sus ideas ante la longevidad pensante del Partido Comunista de la Unión Soviética, enclaustrado en un sistema de planificación centralista que había suplantado la participación de las masas, negando los principios leninistas de la democracia basada en los sóviets donde el pueblo estaba llamado a ser el protagonista.

En septiembre 2001, el presunto ataque terrorista (aún no está claro qué fue lo que realmente pasó y quién ordenó tal ataque) contra las torres del World Trade Center en USA hizo que el presidente vaquero George W. Bush anunciara su famosa política de seguridad nacional con la aprobación de la Ley Patriota, que permitía al ejército y demás fuerzas de seguridad perseguir en cualquier lugar del mundo a todo aquel y aquello que representara "una amenaza" para la seguridad interna de los EUA. Bajo estos argumentos, los gringos la emprendieron contra Irak con la acusación de que tenían armas químicas, lo que resultó falso; intervinieron Libia y asesinaron a Gadafi, dividieron a ese país acabando con su cultura y apoderándose de sus ricos campos petroleros.

En fecha reciente, al presidente Obama le dio por afirmar que todo aquel país que no hiciera lo que los EUA le "sugerían" que hiciera "le torcerían el brazo" porque ellos tienen el ejército más poderoso del mundo. Así, dictó la orden ejecutiva contra Venezuela, señalándonos como una amenaza inusual y extraordinaria, por tanto, colocándonos como objetivo militar por ser nuestra patria un mal ejemplo para los demás gobiernos latinoamericanos al desarrollar líneas de gobierno nacionalistas y en respeto a su soberanía.

Ante la apertura de las relaciones entre Cuba y EUA, se han producido situaciones que solo Galeano con su agudeza e ironía las comprendería. Por una parte, Obama se plantea visitar Cuba antes de finalizar su mandato. Un negro capitalista en la Cuba comunista. Del otro lado, Raúl Castro ha dicho que si el papa Francisco sigue hablando como lo viene haciendo, él volvería a rezar. Definitivamente estamos ante un mundo muy complejo ¡que nos asombra!