21 Abr, 2015 | Arrecian los ataques fascistas contra la Revolución Bolivariana. El eje del mal no descansa, persiste en su intención de provocar un golpe de Estado que desconozca la constitucionalidad en Venezuela. Estados Unidos, España y los lacayos venezolanos unen esfuerzos para desestabilizar al país. La mediática internacional no cesa de publicar mentiras. Washington con su ley extraterritorial, España con sus acuerdos estúpidos e injerencistas y la oposición apátrida impulsando y apoyando la guerra económica pretenden derrocar el gobierno legítimamente constituido.

Desde el Reino de España, los súbditos del Rey, parlamentarios entrometidos, olvidaron que Venezuela es un país independiente y que se deslastró del yugo español hace 193 años. Como Nación descolonizada tiene autonomía y una democracia protagónica que no se asemeja con un gobierno que permite la violación de los derechos humanos y que facilita el desahucio exprés de sus ciudadanos, quienes van a vivir a la calle cuando los bancos ejercen hipotecas impagables.

La historia de la monarquía española está plagada de genocidios. Las colonias americanas sufrieron la expoliación de sus riquezas; los habitantes originarios fueron exterminados por sus huestes asesinas, todo para satisfacer la vida de dilapidación de las cortes. El siglo XX representó para los ciudadanos españoles tiempos de dictadura. Con Francisco Franco se perdieron los sueños de instaurar una República duradera. Avanzó entonces la aplicación de oscuras leyes en contra de su pueblo y se asesinó a cada ciudadano que fue señalado de republicano. Muchos de los parlamentarios que hoy intervienen en nuestros asuntos internos son cómplices de las masacres que la dictadura franquista aplicó en España. Sus partidos de líneas fascistas apoyaron sin condiciones al dictador.

Hoy "defienden" los derechos humanos y se consideran con potestad para intervenir en la política nacional. El irrespeto de estos sujetos es proporcional a la miseria humana que les corroe. No aceptamos intervenciones foráneas. Rajoy respeta a Venezuela, ocúpate de tu casa.