Porlamar
27 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Francisco Fajardo y el péndulo de la historia
Cuando leemos el texto de José de Oviedo y Baños pareciera que estamos ante la presencia de un contar distinto respecto al relato de los cronistas.
Ramón Ordaz | rordazq@hotmail.com

4 Mar, 2015 | ¿Cuántas etnias indígenas desaparecieron para siempre? ¿Cuántas lenguas no soy hoy más que nostalgias, muertos datos que ruedan por los archivos de una apagada historia?

No deja de ser encomiable el trabajo de etnólogos y antropólogos en la reconstrucción de la memoria de los pueblos originarios. Las investigaciones de Gilberto Antolínez, por ejemplo; las de Jean-Marc Sellier Civieux con su "Watunna" (mitología makiritari), sus estudios sobre los cumanagotos y los ka'riñas son lúcidas referencias de lo que en alguna parte llamó Gianni Vattimo "depósitos de sobrevivencia", con no poca ironía y escepticismo sobre el futuro de estas culturas.

Las herramientas del conocimiento de que está proveído el hombre del siglo veinte sin lugar a dudas es más radical e independiente con respecto a los del dieciocho. Siempre habrá que agradecer a los cronistas esos retazos de historia maravillosa que legaron a la posteridad. Cuando leemos el texto de José de Oviedo y Baños pareciera que estamos ante la presencia de un contar distinto respecto al relato de los cronistas. El mismo Oviedo y Baños expresa que fue ingente la tarea de consulta en los archivos de la época, pero no da fe de ellos.

Sabido es que Pedro Mártir de Anglería, Cronista de los Reyes Católicos, sin venir a América escribió su "Décadas del Nuevo Mundo" apoyado en informantes y fuentes no siempre fidedignas; la buena malicia nos advierte de cuánto se le parece Oviedo y Baños en la saga histórica que nos dejó. Los informantes de Oviedo y Baños pertenecen a la tradición oral, a datos extraídos de los cronistas de Indias y de esos folios donde investigó que siguen siendo un misterio. De allí que Susana Rotker y Tomás Eloy Martínez en el prólogo que hacen para la "Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela", edición de la Biblioteca Ayacucho, destaquen lo que denominan "El hueco en la Biblioteca", ese lugar de vacío y perplejidad que enfrenta el lector de Oviedo y Baños al percatarse de cómo el historiador borra las huellas de posibles fuentes.

Señalan los prologuistas: "Las bibliotecas, entonces, eran el lugar de lo irreal, o si se prefiere, el lugar de “lo ideal”; eran el reino que preservaba lo que debía ser, no lo que era. El escrutinio de la biblioteca de Oviedo y Baños es en ese sentido revelador, porque si bien la biblioteca es el espacio donde su Historia fue escrita, no están allí los libros en los que esa Historia abreva: los libros sin cuales la Historia no existiría".

Por ese "hueco" se han perdido muchas cosas, vale decir páginas irrecuperables de esos "otros" que transitaron caminos semejantes y que la desidia, cuando no la perversa intriga, fueron arrastrando al crematorio del olvido. El extraño caso del poeta Ulloa constituye una incomodidad, una perturbación; cómo se escamotea la gesta de Francisco Fajardo, otra.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES