Febres era un joven sano de apenas 25 años y dejó un hijo huérfano. / Foto: OSKARINA ASTUDILLO

26 Dic, 2014 | Jorge Luis Febres Moya, de 25 años estaba detenido en la base policial de La Asunción de la Policía del estado Nueva Esparta desde hacía 10 días. El 24 de diciembre luego de pasar la tarde con su esposa e hijo falleció a las 6:30 de la tarde de un presunto infarto.

Febres se encontraba detenido por allanamiento de vivienda en Guiri Guiri donde se encontraron grandes cantidades de droga.

La noticia de su muerte dejó atónitos a sus familiares quienes se enteraron por medio un pariente de otro recluso, vinculado al caso por el que estaba detenido.

Ante lo extraño del deceso sus familiares no están conformes con resultado del examen forense. Aclararon que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) examinó el cadáver y no tiene agresiones físicas.

Una de sus hermanas reclamó el por qué la policía no avisó que éste había sufrido un infarto y que había sido trasladado a al Centro Médico El Valle, ubicado en La Asunción, a al que ingresó con los signos vitales bastante bajos.

La madre de Jorge Luis Febres acotó que su hijo había recibido amenazas de muerte dentro de la base.

Los familiares de Febres Moya piden que su deceso se investigue hasta esclarecer el caso.