El talento local es impulsado en Don Lolo, donde se le da cabida a emprendimientos con productos artesanales comprobados. / Foto: GÉNESIS TORANI

9 Oct, 2014 | La mayoría de las mujeres venezolanas invierte tiempo y recursos en cosméticos, por lo que la ausencia en los anaqueles de algunas marcas reconocidas, representa una preocupación.

Las empresas que venden artículos de belleza, presentan fallas debido a que la mayoría de sus productos son importados. El acceso a las divisas para este tipo de rubro es limitado, por no ser considerado un artículo de primera necesidad.

No obstante, pese a esta variable, los representantes de ventas de perfumes y cosméticos, coinciden en que hay que diversificarse, adaptarse a la realidad e invertir en buenos asesores o consultores para que continúe siendo un negocio rentable.

Jesús Manuel Irausquín, gerente general de tiendas Don Lolo "Perfumes y Cosméticos", señaló que arribó un solo contenedor en lo que va de año. Esto representa una disminución considerable, pues a la fecha en años anteriores ya habrían recibido tres o cuatro.

Aun cuando esta tienda surgió como un negocio de Puerto Libre, con artículos importados; con el tiempo, se ha ido diversificando e incorporando rubros nacionales y regionales. Irausquín destacó que han apoyado el emprendimiento local para que exhiba sus artículos de fabricación artesanal.

José Rodríguez, asesor de imagen en Sarela, destacó que la consultoría es lo que marca la diferencia, pese a la escasez.

A su juicio, el asesor debe conocer qué producto tiene en sus manos para sustituir al que no se consigue y ofrecerlo a la clientela.

"Un producto de prestigio puede costar hasta cuatro mil bolívares, con esta misma cantidad, puede llevarse un set completo de maquillaje de otra marca, es cuestión de saber qué desea el cliente", expresó Rodríguez.

Liliana Sarcos, gerente de ventas de Perfumerías Las Villas Sambil, considera al igual que Rodríguez, que la clave está en tener buenos asesores que sepan canalizar las peticiones. Asegura que la coquetería femenina no está en riesgo, así se regrese a la época donde se usaba el onoto como rubor.

Maigualida Salazar, administradora de las marcas Lancome y Bioterm, indicó que el desabastecimiento no ha tocado aún a estos productos, sin embargo reciben menores cantidades que antes. Por ser un artículo de prestigio su precio no baja de 1.500 bolívares. Recordó son productos dermatológicamente comprobados.