17 Sep, 2014 | Más de 10 millones de niños y jóvenes vuelven a las aulas. Es la matrícula más grande en la historia de Venezuela. Se trata de 6 millones 156 mil 076 estudiantes, en escuelas y liceos públicos. Un millón 722 mil 462, en privados. Y 2 millones 600 mil universitarios. Casi nada. Un regreso a clases en paz, con la esperanza, más bien la promesa, de cumplir los 200 días del calendario escolar. Eso esperamos.

El gobierno anuncia la entrega gratuita de 30 millones de libros de la Colección Bicentenaria. También computadoras Canaimitas para todos, incluidos los maestros. Hasta ahora, estas minicomputadoras han llegado a 3.4 millones de niños. No es poca cosa.

Asimismo el gobierno garantiza los recursos para el Programa de Alimentación Escolar (PAE), 4 millones 352 mil 972 niños, desayunan, almuerzan y meriendan en la escuela. Es muy importante la buena alimentación para rendir. Salud y educación van de la mano. Nadie puede negar el impulso que le ha dado la Revolución Bolivariana a la educación y a la salud. La inversión ha sido gigantesca.

Educación y salud son pilares fundamentales para el desarrollo del país. Los padres que preparan loncheras a sus niños deben estar atentos a su contenido. El exceso de dulce, especialmente el azúcar refinada, es muy dañina, hasta el punto que embrutece a los niños. Como ejemplo, si de lunes a viernes se incluye un cuartico de jugo envasado, el niño ingerirá 600 gramos de azúcar al mes y si se acompaña con una galleta dulce, sumará 200 más. Ni hablar de los refrescos y compotas. Esto se relaciona con obesidad y en el largo plazo, cálculos biliares, enfermedades cardiovasculares, caries y diabetes. Nada menos.

Por supuesto que la responsabilidad no es sólo del Estado, sino de todos los habitantes. Recordemos que la educación comienza en el hogar, con la formación de los hijos. Allí se siembran los valores, los hábitos y los sentimientos. Por eso es muy importante la relación entre el colegio, la familia y la comunidad.