Basílica de El Valle. / Foto: ARCHIVO

7 Abr, 2014 | La Basílica Menor de El Valle del Espíritu Santo no es un simple lugar para ser visitado por los turistas todo el año y más aún en el mes de septiembre. Miles de creyentes tienen la certeza y la convicción de que además de centro de oración, es un refugio de paz.

Para el sacerdote Rayniel Pugliese, "está asociada en primer lugar a la Iglesia precisamente como lugar de refugio, de encuentro con Dios y con uno mismo", dice.

Apreciada, además, por su sobriedad y el silencio en un sitio cargado de espiritualidad desde que se pisa la Basílica. "En tiempos de angustias y necesidades la gente suele acudir a la Basílica, pero también te sientes motivado a ir cuando quieres agradecer por los favores concedidos".

Es el eterno agradecimiento por el milagro que llega a tu vida, por el bebé que nació saludable, porque te graduaste o simplemente por la alegría de vivir. Es la fusión de sentimientos vinculados a la fe.

Se percibe paz

Para Pugliese no es casual que cuando alguien visita la Basílica se siente mejor, sea cual sea el motivo de su ida hasta El Valle.

"Lo que es de común acuerdo entre quienes la visitan es que allí se percibe una gran paz, y que en ocasiones quieres tener la oportunidad de disfrutar de esos momentos de soledad y oración, cuando la persona acude con esa intención".

Claro, también a este sitio se acude en grupo o acompañado por familiares. Otros van en son de turistear. De todo hay en la viña del Señor, pero, en esencia, la mayoría busca lo mejor para sí mismo, los suyos y el país en general.

"La persona de fe sabe de la presencia de Dios en ese lugar y que profesa un afecto especial por la venerada imagen de la Virgen del Valle que allí se encuentra".

Lleno de historia

Aparte de la religiosidad, la Basílica Menor de El Valle del Espíritu Santo está cargada de historia y de luminosidad. Como lo escribió el entonces obispo de Cumaná Crisanto Mata Cova en el libro "La Virgen del Valle de Margarita" del Hno. Nectario María: "Venezuela se baña todos los días con la luz de su sol resplandeciente, que brota de las claras mañanas de su Oriente...". Ambiente asociado, sin dudas, a la Patrona de Oriente.

En dicho libro más adelante el autor señala: "Con el rosario pendiente de sus manos, nos dice sin cesar que, en medio de las calamidades de los tiempos modernos, es el arma poderosa que debemos esgrimir...".

"La imagen del Valle de Margarita es, sin duda alguna, la más antigua de las devotas imágenes de Nuestra Señora veneradas en todo el territorio venezolano", afirma el hermano Nectario María, en su libro sobre la Patrona.

"Causa sorpresa considerar que, a través de las múltiples vicisitudes que atravesó la Isla en los ataques de corsarios y piratas, haya sido siempre preservada".