El parque automotor para carga pesada en el país enfrenta dificultades por el deterioro de la flota. / Foto: CORTESÍA

31 Mar, 2014 | Caracas.- El desplome en la fabricación y suministro de autopartes al mercado nacional afecta gravemente al transporte de carga pesada en todo el país, aseguró Henry Arteaga, exdirectivo de la Cámara de Transporte de la Región Central, en una entrevista difundida este domingo en la web del diario El Universal.

Aseveró que actualmente cerca de 20% de la flota de vehículos de carga pesada, de todos los tipos y ámbitos, está paralizada por no tener repuestos.

"Hay escasez de lubricantes, neumáticos, de partes y piezas (para acometer reparaciones), de baterías, y de filtros", afirmó Arteaga.

Explicó que los transportistas están extendiendo la capacidad operativa al máximo para evitar detener las unidades y el servicio, al punto de que están "canibalizando" la flota al sacar partes y piezas de unas unidades para reparar otras y mantenerlas en las carreteras.

En ese sentido, subrayó Arteaga, desde la Cámara no se ha llamado a ningún paro de transporte para la próxima semana, pero explica que "no estamos llamando a un paro para molestar al Gobierno, sino que no hay repuestos" para justificar la reducción de la flota en funcionamiento. "No nos paramos porque queremos, sino que hay empresas de transporte que no consiguen las piezas y repuestos para que las unidades puedan circular".

De acuerdo con palabras del recién destituido Wilmer Barrientos, quien hasta el jueves ejerció como ministro de Industrias, los resultados indican que 79% de la industria de autopartes pública está paralizada.

Otros aspectos que Arteaga mencionó como obstáculos para el transporte son las disposiciones de la Ley del Trabajo, que obliga a dar dos días de descanso consecutivos.
"El Gobierno había eliminado la prohibición de circulación de carga pesada los fines de semana, pero después la Ley del Trabajo obliga a dar dos días de descanso", indicó.

El exdirectivo de Catracentro también apuntó que se está operando un parque automotor de carga pesada con alta obsolescencia, y con pocas posibilidades de renovación o sustitución por los altos precios de las unidades y la casi nula producción local de la industria automotriz.

Relató que en diciembre pasado los precios en concesionarios para un vehículo de más de 10 toneladas de carga podían rondar los 4,5 a 6 millones de bolívares.