Antonio María Mazzella tuvo que encadenarse a una columna para llamar la atención. / Foto: NAUMBERG VELÁSQUEZ

23 Ene, 2014 | Luego de la acción ejercida por la Fiscalía de Venezuela para demoler varias estructuras que se encuentran en playa El Agua, por representar un riesgo para el ambiente, Antonio María Mazzella, se encadenó a una columna de su local para solicitar una oportunidad y así continuar con su sueño de tener un restaurante en el balneario.

Mazzella adquirió en 2013 una estructura en la playa la cual esperaba remodelar, para iniciar las operaciones y traer a su familia de Italia. Según explicó este hombre de nacionalidad italiana, para la compra del local invirtió todos sus ahorros, por lo que asegura que si demuelen la estructura estarían derribando su mundo. "No me tumben mi vida" pidió entre sollozos Mazzella.

Los reclamos de Mazzella se mezclaban con los sonidos de las maquinas que derrumbaban un local a pocos metros de donde funcionaría el establecimiento Flaminia Coco Beach. La decisión de la Fiscalía se cumplió desde el sábado, cuando maquinarias llegaron a esa playa del municipio Antolín del Campo, para iniciar los trabajos de demolición.

Según Mazzella, desde que adquirió el establecimiento se asesoró con un abogado y un ingeniero para actuar acorde a las leyes de Venezuela, pero los permisos y trámites realizados con el Ministerio para el Ambiente, Alcaldía de Antolín del Campo y la Corporación de Turismo de Nueva Esparta, no tuvieron validez.

Mazzella desea dialogar con el gobernador, Carlos Mata Figueroa, o con la persona designada por el ministerio para plantear su caso y buscar una solución. "Si es de demoler el muro de contención que puse, yo lo derrumbo, pero no lo hagan con todo el local", sugirió este hombre desesperado por una oportunidad.