Las preguntas sobran entre quienes esperan por una vivienda en la comunidad de Los Chacos.

La vaguada de 2010 dejó damnificadas a por lo menos 32 familias de ese sector, a quienes se les prometió una casa, y a la fecha aun no se las entregan por falta de algunas conexiones de agua, sistema de electricidad y otros detalles. El censo elaborado por el Consejo Comunal Los Chacos arrojó quienes serían las personas beneficiadas y ahora a casi tres años de la promesa de una vivienda, los ciudadanos ven su sueño truncado.

La falta de organización del poder popular ha dejado en evidencia problemas que se han podido solucionar a tiempo. Oswaldo García, beneficiario de ese proyecto habitacional del municipio Maneiro, considera que el mayor problema es la falta de contraloría para verificar el destino de los recursos que se enviaron desde el Gobierno nacional. La solución de al menos 10 familias fue la toma de sus casas sin esperar la “entrega oficial”. García fue uno de ellos, y asegura que además de exigir transparencia para verificar el destino de los recursos millonarios, solicita la entrega del material de construcción restante para asumir la culminación de las conexiones que faltan y habitar dignamente su casa. Luego de tres años, la comunidad tiene esperanzas en que las instituciones se hagan eco de esta queja y respondan por la tardanza y los problemas causados.

Yohanna Rojas, beneficiaria de una de las casas, recordó que en varias ocasiones les han pedido a los voceros comunales la rendición de cuentas, pero aun no saben en que utilizaron los recursos.

Rojas denunció que la organización comunal recibió el dinero para el sistema de electrificación y aun no hay cableado. Los habitantes esperan por la inyección de recursos necesarios para terminar las casas de tejas rojas y grandes ventanas.

Pero el sueño no tiene fecha tope.

Germán Blasco, representante municipal de la Unidad de Acompañamiento Técnico Integral Comunal (Uatic) de Fundacomunal, aseguró que la problemática radica en la mala organización del consejo comunal. A las denuncias de los beneficiarios, Blasco agregó que de las 32 familias que deben recibir las casas, unas pocas cooperan en la construcción, lo que ha atrasado el proyecto planteado ante las instituciones como “autoconstrucción”, por lo que los voceros y beneficiarios deben unir esfuerzos. Según recordó el representante de la Uatic, en estos tres años ha habido material para que las familias ejerzan la autoconstrucción, pero como los beneficiarios no aparecen se atrasa el trabajo. La falta de organización del consejo comunal, el desconocer el destino de los recursos y la desaparición de algunos beneficiarios, ha dejado el urbanismo en la incertidumbre. Los beneficiarios esperan que el gobernador Carlos Mata Figueroa tome su caso en cuenta para idear la forma de que se entreguen las casas.