Los comicios presidenciales del 14 de abril no dejaron un buen sabor de boca a personas con discapacidad y de la tercera edad.

Las quejas hicieron eco en las cortas colas de los centros de votación, al menos en el municipio Mariño. La mayoría de las lamentaciones se escucharon durante el tiempo de espera para ejercer el derecho al voto.

Aunque hubo excepciones en algunos centros de votación, donde militares del Plan República colaboraron con ciudadanos que se trasladaban en sillas de ruedas y adultos mayores. En el Liceo Nueva Esparta, Manuel Carrasco expresó su molestia por la mala atención de parte de un testigo de la mesa número uno, la cual comenzó a funcionar pasadas las 11 de la mañana. Carrasco usa una silla de ruedas para movilizarse.

Ese día estaba junto con otros electores, en su mayoría jóvenes y de la tercera edad esperando para votar, pero por desperfecto en las máquinas de votación les tocó esperar hasta las 11 de la mañana.

Este retraso les pareció injusto, pues llegaron al centro electoral a las cinco de la madrugada. El domingo, pasadas las siete de la noche, se produjo un incidente en un centro electoral de Porlamar.

El proceso había finalizado y llegó acompañada una persona especial que quería ejercer su derecho, pero no se lo permitieron grupos de votantes que permanecieron en las instalaciones educativas. Normativa De acuerdo con el artículo 51 de la Ley para Personas con Discapacidad, las personas con discapacidad tienen derecho a la participación política.

El Estado, mediante el uso de avances tecnológicos y de facilitación, garantizará que los procedimientos, instalaciones y materiales electorales para el ejercicio del derecho al sufragio por parte de las personas con discapacidad sean apropiados, accesibles y fáciles de entender y utilizar en procura de su máxima independencia posible para emitir su voto en secreto y sin intimidación en elecciones y referendos populares. De igual modo, tienen derecho a postularse como candidatos o candidatas en las elecciones, ostentar cargos y desempeñar cualquier función pública, sin menoscabo de los requisitos establecidos en otras leyes sobre la materia. Sensibilización El presidente del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis) en Nueva Esparta, Juan Francisco Molina, expresó que falta conciencia de la gente para un buen trato a las personas especiales o con alguna discapacidad. Lamentó que haya personas que no tienen una actitud respetuosa hacia las personas con discapacidad.

Destacó que durante los comicios presidenciales fueron los  militares quienes colaboraron con electores que se trasladaban en sillas de ruedas.

A su juicio, falta cultura de sensibilización, aunque han realizado campañas para concienciar a la gente.

“Nadie está exento a una discapacidad, es algo impredecible”.

Molina llama a la ciudadanía a dar un mejor trato a las personas con preferencias.