Relató que llegó por casualidad a la isla y luego de conocerla decidió volver para quedarse. Elaboró una nueva versión del Pastel de Chucho y así inició su fama.
El párroco, oriundo del pueblo Punta Cují, en San Juan Bautista, afirma que la vocación sacerdotal le ha brindado grandes satisfacciones. Una de estas es ver que la gente cree en la palabra de dios, en la buena noticia.
Esta mujer ha pasado gran parte de su vida creando bisutería con temática religiosa en los alrededores de la basílica menor de El Valle del Espíritu Santo. En este lugar ha sido testigo de la fe que profesan los insulares a la virgencita.
Historiador, amante de la cultura neoespartana y fiel defensor de su tierra, ahora cumplirá con la responsabilidad de asesor editorial de este medio. Seguirá impulsando las tradiciones que representan al pueblo insular.
Este hombre se ha paseado con éxito por varias disciplinas artísticas, lo que le ha dado fama no solo en la región insular sino también en otros países. Junto a los Topotopos de Margarita se abrió un nombre en la música neoespartana.
La isla de Margarita no solo se caracteriza por sus playas, paisajes y exquisita comida; la creencia religiosa de sus habitantes es parte fundamental de su idiosincrasia.
El Cronista Domingo Carrasquero comentó que además de ser un sitio en donde hombres y mujeres valiosos han sembrado una huella importante en el municipio, también existen una serie de irregularidades que no se han corregido con el transcurrir del tiempo.
De los pies y manos de Eladio Marín brota el conocimiento ancestral, el cual va dibujando y enhebrando cada fibra en un tejido, logrando así cestas de todos los tamaños y formas que luego servirán de apoyo en actividades domésticas.
La isla de Margarita está llena de gente talentosa, con destrezas que desarrollan con trabajo y dedicación. Estos personajes dedican su vida a exaltar la cultura neoespartana.
Esta asuntina ha pasado gran parte de su vida investigando la dramaturgia venezolana. Cuando se trata de hablar sobre teatro, es una experta en el tema.
Patrimonio cultural viviente de Nueva Esparta y portador de la tradición insular
y venezolana. Recibió también la lira de oro nacional y es fundador del conjunto “cuerdas espartanas”.
A sus 89 años este neoespartano sigue enamorado de la música como siempre lo ha estado. Tocar instrumentos de viento ha sido su vida, además del medio que más satisfacciones y reconocimientos le ha dado y por el que sigue trabajando a diario.
Esta dama que ha trabajado desde los 12 años vendiendo pescado en la población de Antolín del Campo, asegura que el arte de pescar ha sido subestimado. Sin embargo, juega un papel fundamental en la economía de margarita.
El director de la banda Los Morochos Steel Band no olvida cómo con organización de fundaciones y comerciantes de la Isla se realizaban desfiles llenos de buena vibra. El tema político ni siquiera se tocaba en estas fechas.
Para esta mujer nacida en una ranchería en el sector manzanillo de Antolín del Campo, los obstáculos no han sido un impedimento. En la cocina vio el camino para que sus hijos y ella misma tuvieran estabilidad económica.
Talento. Este pampatarense ha dedicado toda su vida a promover y difundir la música tradicional de la región Insular. Hace poco fue nombrado Patrimonio Cultural Viviente de Maneiro por su legado como músico del grupo Cuerdas Espartanas.