Porlamar
28 de marzo de 2024





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El año viejo pintó bonito al paisaje
El perro observó al periodista calladamente y luego agregó: “Pero esa misma alegría veo que también la tienen las guacharacas, Juancho”.
Emigdio Malaver G. /emalaverg@gmail.com /@Malavermillo

7 Ene, 2021 | El periodista Juancho Marcano lanzó su mirada sobre el potro del paisaje y observó el cuadro que los chubascos decembrinos pintaron en el valle inefable de la Tacarigua de Margarita. “Si todo el año se mantuviera este clima y desapareciera el látigo de la sequía, esta tierra fuera el verdadero paraíso terrenal”, se dijo el periodista, quien se mostraba contento viendo a lo lejos el maizal sembrado por su amigo Evaristo, que cada día crecía con la alegría de formar su coro de espigas que saluden al viento.

El perro Pipo que observaba a los gatos Rockyto y Rockyta jugar como siempre, felices y sin importarle de lo que pasa en el mundo, buscó acercarse a Juancho, a quien notó contento y por eso, lo abordó:

- Juancho como te noto alegre, quiero preguntarte, a ¿qué se debe tal contentura?

El periodista sin ocultar su alegría, manifestó: “Sucede Pipo que los viejos decían que cuando el año nuevo entraba fresco y con lluvia, entonces se mantendría así mucho tiempo y por eso observando la pintura tan bonita que plasmó el año viejo en el lienzo del paisaje, no debo dudar o guardar la esperanza de que este año nuevo será por lo menos de buenas cosechas para todos aquellos que abrieron los surcos y ahí echaron la fértil semilla para que germinara y brotara con alegría.

El perro observó al periodista calladamente y luego agregó: “Pero esa misma alegría veo que también la tienen las guacharacas, Juancho”.

- Claro, Pipo, pues se supone que ese alboroto que forman las guacharacas cada vez que se presenta un chubasco, indica que habrá más frutas bien sean las cultivadas o las silvestres y ellas podrán deleitarse sin andar tan desesperadas como cuando entra la sequía que marchita el paisaje y no permiten que los árboles florezcan y por tanto no hay frutos.

En ese instante en la emisora comunitaria sonó la canción “Campesino tacarigüero”: Ay campesino donde vas tú/… Y Juancho le dio más volumen para oírla mejor y volvió a lanzar su mirada alegre sobre el potro del verde paisaje que lo rodeaba, como una misma bendición del cielo.




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