27 Oct, 2020 | El mes de julio de 2020, la fiscalía boliviana imputó al expresidente Evo Morales los delitos de “terrorismo” y “financiación al terrorismo” y pidió su detención preventiva. El ex mandatario, refugiado en Argentina desde diciembre, está acusado de impulsar desde el exilio las revueltas callejeras que sucedieron los días posteriores a su dimisión y salida de Bolivia el 10 de noviembre 2019.

La imputación formal, a cargo de la Comisión de Fiscales Anticorrupción, tuvo lugar en julio 2020, pero la acusación de la fiscalía data de diciembre pasado, cuando el gobierno argentino dejó claro que no concedería la extradición de Morales, que tiene estatus de refugiado político.

Eso fue lo que se presentó a nivel legal, incluso con orden de captura internacional.

Por otro lado, vimos como hace dos semanas, la línea política de Evo Morales, con una abrumadora mayoría, dio una paliza a los golpistas y el pueblo boliviano designó a Luis Arce, nuevo presidente constitucional de Bolivia. No ha tardado mucho las reacciones de los que traicionaron a Evo, incluso altos funcionarios de la Fiscalía y el Poder Judicial; observando este lunes (26/10/2020), por todos los medios de comunicación internacionales, la siguiente noticia: “La Justicia de Bolivia deja sin efecto la imputación y orden de aprehensión contra Evo Morales por el caso de sedición y terrorismo”. Según, el juez indicó: “ese error lo cometieron los fiscales que conocían el caso” y “he dispuesto dejar sin efecto la imputación y el mandamiento de aprehensión”.

Muy inteligente y diligente, este Juez, en esta situación; pero mi preocupación es desde el punto de vista jurídico, en mi condición de Abogado. Evo no se presentó nunca a los tribunales, a pesar de estar librada orden de captura internacional contra él; se realizan nuevas elecciones en Bolivia que ratifican el golpe de estado cometido contra su gobierno, y unos días después ¡queda sin efecto jurídico sus imputaciones!.

Elucubrando sobre la decisión judicial, podríamos decir, que en la imputación a Evo, pudiese haber ocurrido alguna de estas dos situaciones: 1) un “gazapo” o 2) un “duende”. En caso de la primera situación, sería la más sencilla, pudo haber sido un “gazapo”. El “gazapo”, tal y como lo definen los siguientes diccionarios: diccionario de la lengua española: “yerro que por inadvertencia deja escapar quien escribe o habla”; diccionario Clave: “yerro o equivocación que se comete al hablar o al escribir”; diccionario Salamanca de la lengua española: “equivocación material que se comete por distracción al hablar o al escribir”. Existen miles de ejemplos de gazapos cometidos, incluso por los intérpretes y traductores del más alto nivel profesional. De acuerdo a estas definiciones, podríamos decir, que en la justicia boliviana pudo haberse presentado un “gazapo”.

Nuestra segunda alternativa, sobre lo ocurrido con la imputación a Evo, es que pudo tratarse de un “duende”; se les conoce con distintos nombres, dependiendo del país de origen. Leprechauns, goblins, pixies, gremlins, gnomos o trasgos. Lo cierto es que los duendes (término que proviene de la expresión “duen de casa” o “dueño de casa”), en referencia a su costumbre de entrometerse en los hogares y encantarlos, han desfilado desde hace siglos por la mitología popular, que los ha caracterizado como seres de aspecto humanoide, de muy baja estatura, piel gris o verdosa y que pueden tener algún poder de tipo sobrenatural.

Debido a su carácter escurridizo, malicioso y festivo, se les atribuyen ser los causantes de todo tipo de daños en el entorno doméstico cuando se les ocurre “visitar” una casa. La tradición irlandesa cuenta que San Patricio, el santo patrono de Irlanda, tras fundar su primera iglesia, invitó a los paganos celtas a convertirse al cristianismo. Los druidas, los sacerdotes paganos de ese país, temerosos que la fe católica se apoderara de toda la isla, habrían invocado a un grupo de duendes para que fueran a la iglesia de San Patricio a cometer todo tipo de tropelías. El santo, tras llegar al templo, los expulsó diciéndoles: “En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros”, cosa que finalmente consiguió. Desde entonces la imagen del santo es utilizada para ahuyentar a estas criaturas de los hogares. Sobre el origen de estas criaturas no existe una explicación clara. Muchos estudiosos sólo afirman simplemente que son una “réplica imperfecta y torcida del hombre”, así como el hombre es una réplica imperfecta de Dios.

Esta segunda alternativa nos deja más claros, seguro que fueron los “duendes”, siendo una “réplica imperfecta y torcida del hombre”, en este caso de los jueces y fiscales bolivianos, los que elaboraron la imputación a Evo.

Lo bueno es que todo ya todo está resuelto, Evo regresará a Bolivia; los primeros que los rodearán serán estas figuras que le dieron un golpe de estado, lo persiguieron e imputaron; pero ahora “somos panitas”; esos “duendes vinieron a echar vaina”, pero ya los corrimos.