29 Jun, 2020 | Viajas en el recuerdo de aquel barco de papel multicolor, que dibujaste en tu mente y lanzaste al mar, bajo aquella lluvia incesante, en el juego de la niñez, y se lo llevó la corriente. ¿Por cuáles océanos de la vida andará surcando esas aguas frías y turbulentas? ¿Cuántos tripulantes seguirán viajando por esos mundos ignotos, tocando silencios y besando soledades? Es la vejez que se hace niño otra vez, para abrazar el tiempo y seguir soñando con el viento.
Más que artista, eres maestro de un sublime y mágico oficio, que tejes cada día, con los pinceles del alma, para darle amor y belleza a las profundas entrañas de tu soledad. ¡Cuántos mundos hay en tu mente, poeta! Es la entrega indecible que sofoca tu conciencia, cuando la brisa alza sus alas para posarse en tu piel, anidando esperanzas.
La humildad es un valor intrínseco en la cotidianidad de tu existencia, eso engrandece tu espíritu y aquieta tu alma. Amas tu arte porque te da vida y libertad para volar y, sientes como ser humano el dolor y las miserias de las gentes. Un silencio te acompaña en tu andar, dejando que el viento acaricie tu pensar. La solidaridad es tu ceremonia, de ese misticismo ancestral que arde en tu conciencia, ese plano espiritual que eleva la dimensión de esa trashumancia que no cesa en tu peregrinar.
La creatividad es la esencia que fluye en tu ser. Una nobleza casta y pura te hace especial. En tu lienzo muestras realidades que definen tu personalidad. No formas parte de grupos o cúpulas que se intercambian los premios entre sí. Pintas por pasión y amor, por eso nadie doblega tu pensar.
Buscas, como amante de tu arte, la perfección de tu obra. Por eso tu lucha constante en ese accionar de tu oficio. Alcanzar lo inalcanzable es el camino de la divinidad. Pintar la soledad, el silencio y la esperanza son tus motivos para lograr la paz de tu alma.
Maestro, aquel barco de papel multicolor sigue navegando en tu conciencia y, esperamos que las nuevas generaciones aborden el lienzo de la vida, para que viajen en el atril de sueños, y tu recuerdo descanse.