29 May, 2020 | Estas líneas pretenden refrescar la memoria de dos pueblos históricamente hermanados por una condición irrenunciable, el genio de Simón Bolívar condujo la lucha para la liberación e independencia de Colombia y Venezuela.

A esto debemos añadir que compartimos más de 2.200 kilómetros de frontera y por si fuera poco, más de seis millones de colombianos viven en nuestro país y disfrutan de los beneficios que ofrece la revolución bolivariana.

Transitamos juntos en las buenas y en las malas. También son víctimas del más brutal, despiadado e inhumano régimen de sanciones económicas y financieras que los EEUU de Norteamérica, Colombia y sus aliados han aplicado contra Venezuela.

Las élites políticas del país vecino han facilitado la actuación de los prófugos de la justicia venezolana. Con su apoyo conspiran desde su territorio, los Borges, los Guanipa y los Ortega Díaz, entre otros, quienes disfrutan de la buena vida que los capitostes de la clase política colombiana facilitan. Son hijos ilustres del gobierno del señor Duque.

A los integrantes de ese gobierno y sus operadores políticos vaya este “Aide Mémoire”:

Carta del Teniente General Pablo Morillo y Morillo Comandante de la Expedición Española de Pacificación al Rey Fernando VII en marzo de 1816, desde su Cuartel General en Santa Fe de Bogotá, Nueva Granada.

“El americano no quiere ser gobernado por nadie, a menos que sea jefe de su país; no obedece a ningún europeo, sobre todo si es español, o, si le obedece, no es sino aguardando la ocasión de sacudir el yugo.

Cada provincia de América quiere ser gobernada a su manera: Lo que es bueno para el virreinato de Santa Fe, no es conveniente para Venezuela, aunque sean limítrofes (…).

Probablemente los habitantes del virreinato no nos habrían resistido con tanta obstinación si no hubieran estado ayudados por los venezolanos.

Por igual motivo ha sido que Cartagena se ha sostenido tanto tiempo contra nosotros. Al lado derecho de los márgenes del Magdalena han dado algunos combates; los que más se han distinguido en ellos han sido igualmente los venezolanos. La estéril provincia de Antioquia nos ha declarado una guerra a muerte por dos ocasiones, y han cerrado el paso de sus montañas: Los venezolanos han sido lo que a ello la han excitado.

Santa Fe ha tomado las resoluciones más desesperadas en virtud de las insinuaciones de los emisarios de Venezuela. En una palabra, todo en la lucha actual es obra de este maldito pueblo.

En su propio país es una horda feroz, y si se dirige bien, nos va dar que hacer por mucho tiempo, y será necesario sacrificar muchos soldados y muchos tesoros para reducirlo a la obediencia. A mi llegada a este país, a la cabeza de la expedición de S.M, me ha horrorizado el saber que cada acción perdida o ganada, costaba multitud de soldados (…). Nuevas revoluciones; nuevas perfidias han sido la continuación de la aparente pacificación, y si en algún tiempo se somete al virreinato, se puede estar persuadido de que no aguardará sino una ocasión favorable para sublevarse de nuevo, sobre todo si no se ha extinguido radicalmente el germen de la revolución en Venezuela”.

Al buen entendedor… ¡Mal gradecidos!