21 Mar, 2020 | Tiempos difíciles por los que atraviesa la humanidad en estos días. Desde la fiebre española en 1918, los habitantes del mundo no padecíamos una pandemia planetaria.

La existencia de las redes sociales y la globalización mediática han contribuido a conocer experiencias buenas y malas, exitosas y algo desastrosas, responsabilidad y subestimación de la enfermedad, que se observan en las diferentes naciones del mundo.

El caso venezolano está impartiendo una gran lección y nos está dejando enseñanzas que como sociedad, quizá en otras circunstancias no hubiéramos asimilado tan rápido.

El gobierno del presidente constitucional. Nicolás Maduro “agarró el toro por los cachos” y tomó medidas tempranas en resguardo de la salud de los venezolanos.

Apenas se conocieron los primeros dos casos en nuestro territorio decretó el Estado de Alarma y suspendió las actividades académicas en todos los niveles desde el lunes 16 de marzo.

Al día siguiente día ante la aparición de nuevos afectados implementó nuevas medidas y anunció la “cuarentena social obligatoria” en siete estados de la república, y apenas se detectaron otros contaminados extendió la medida a todo el país.

A pesar del brutal bloqueo económico se ha actuado con lo que hay y se apeló a la cooperación internacional. China, Cuba, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre tantos otros, destacan por su rápida respuesta.

China proporcionó miles de “kits” para el descarte y detección temprana del virus y de Cuba llegó al científico Luis Herrera, creador del Interfón, medicamento que ha resultado exitoso en el mundo en el tratamiento del coronavirus.

El presidente conversó telefónicamente con el director general de la OMS, Tedros Adhanom, y le solicitó respaldo en dos direcciones. Asesoría técnico-médica-científica del más alto nivel y, “apoyo para poder acceder a más pruebas diagnósticas que necesitamos para toda esta jornada de atención y prevención al público”.

El criminal bloqueo económico contra Venezuela ha impedido la adquisición de insumos y medicamentos, por lo que el gobierno recurrió a un auxilio de emergencia de 5 mil millones de dólares al FMI para enfrentar esta crisis. La respuesta todavía no llega.

A pesar de las limitaciones económicas, la pronta y efectiva respuesta del gobierno y el cumplimiento del pueblo de las medidas dispuestas, arrojan hasta la fecha, un saldo positivo. Ciudadanos de todas las edades, médicos, civiles y militares, partidarios del gobierno y de la oposición, así lo reconocen.

Mientras tanto, los traficantes del odio y la desesperanza anuncian medidas desde un inexistente gobierno. Desde una presidencia imaginaria proclaman acciones irrealizables y en lugar de jugar al éxito de Venezuela como nación frente a esta terrible amenaza, trabajan desde las sombras para, desde la tragedia a la que apuestan, satisfacer sus ambiciones políticas.

Los venezolanos somos mejores que todo eso y por eso hoy proclamamos a los cuatro vientos ¡Juntos Sí Podemos!