25 Ene, 2020 | Héctor Esteves Llamozas fue mi profesor de finanzas públicas. Recuerdo su tranquilo dominio de la materia y algunas de las muchas anécdotas con las que gustaba ilustrar sus clases magistrales. Por ejemplo, cuando desarrolló el tema de los bancos centrales y refiriéndose a las circunstancias de su creación en nuestro país, habló con detalle sobre el desempeño arbitral de López Contreras; recordó de paso que, además de “El Ronquito”, algunos le apodaban “Sport Fix” por la marca de una camisa, entonces de moda, que supuestamente daba prestancia a su larguísimo cuello.

De nuestro último General en Jefe se cuenta que un buen día su esposa le increpó diciendo: “No entiendo Eleazar, acabas de darle la razón a estas personas que vinieron a denunciar las actividades conspirativas del ‘comunista Betancourt´ y más temprano, a quienes denunciaban el acoso policial que sufría el ´demócrata Betancourt´, también se la diste”. “Tú también tienes razón” habría sido la respuesta que dejó estupefacta a la Primera Dama.

Cierta o no, esta anécdota sirve para que muchos reafirmen la inveterada conseja según la cual, la doblez, la hipocresía o, en los casos más benignos, el guabineo, son actitudes consustanciales a la política. Yo no comparto esa opinión; evidentemente la política no es una actividad apta para inocentes angelitos, pero tampoco es forzosamente el coto reservado para pillos y truhanes. La política, ese oficio de acercar lo deseable haciendo lo que es posible, es una actividad noble a la que envilecen los malos, pero que muchas veces es dignificada por los buenos.

A mi entender, lo que verdaderamente revelaría esa anécdota es la sagacidad del político que entiende que en escenarios conflictivos las verdades coexisten. Cuando López Contreras da la razón a todos, lo que realmente hace es reconocer los puntos de vista, los intereses y los argumentos de cada cual. El reconocimiento de los actores en conflicto es el punto de partida para calcular el balance de poder; y es ese balance el que permite precisar las estrategias posibles en favor del objetivo que se pretende. Definir estrategias es un asunto que requiere muchísima calma y cordura.