Dice que el movimiento de artesanos ha posibilitado a creadores, como ella, ser productivos y defiende la permanencia de las ferias. / Foto: ARCADIO MILLAN

20 Ene, 2020 | Artesanía hecha a mano hay en cada estado de Venezuela y en Margarita este movimiento cobra cada vez más auge con los mercados artesanales donde Yamila Armas muestra su trabajo pintando madera, bastidor y las más buscadas: las taparas.

Yamilarte es el nombre de su emprendimiento, que nació tras su incorporación durante tres años como ayudante en el taller de William Senges, el reconocido artista de las vírgenes ingenuas con la cabeza ladeada.

Los sábados en la feria artesanal de La Asunción, la puerta frente al museo Omar Carreño se llena con distintos globos de colores. Sus taparas son intervenidas para ser arte utilitario. “En 2003 me vi en la necesidad de salir a buscar trabajo. Acababa de nacer la menor de mis cuatro hijos y una amiga me recomendó para trabajar en el taller del maestro William Senges, luego de tres años de mucho aprendizaje emprendí mi propio camino”.

Yamila plasma su trabajo en cualquier superficie, pero la limitación de espacio que se impone para el turista, además del peso en el equipaje, hace que el grueso de su demanda sean las taparas (fruto del totumo, un árbol muy empleado en todo el territorio nacional).

La virgen como guía

Todavía trabaja la madera haciendo pequeñas esculturas llenas de color. / Foto: ARCADIO MILLAN

Como buena margariteña, la virgen guió sus primeros pasos. “Después de dejar el taller del maestro Senges, mis primeros cuadros fueron de la Virgen del Valle. Luego me inscribí en la escuela de arte plásticas Pedro Ángel González, para obtener mi educación formal en artes plásticas”. Sus tres años allí, asegura, le permitieron mejorar sus destrezas en dibujo, escultura y pintura, esta última una actividad con la que tuvo contacto a sus trece años, cuando su tía Marlene, la introdujo en el mundo artístico, al que ella se dedicaba.

Poco a poco pudo apreciar cómo el trazo y el uso del color mejoraban, fortaleciendo a su vez la técnica. “Mis obras eran en madera, pero el costo me hizo buscar otros materiales hasta que llegué a las taparas”, dice la artista, que ha colocado sus piezas en la mayoría de las valijas de los turistas que visitan la feria de arte.

¿Por qué su éxito? Yamila Armas asegura fue de las primeras emprendedoras en fundar la Feria de Arte de La Asunción, por eso cuenta con el reconocimiento que le dan los años de oficio y por otra parte la tapara se adapta a las necesidades tanto de la artista como de sus clientes: la materia prima es económica y el producto elaborado es de fácil transporte por peso y tamaño.

Las más vendidas

Las pasapaleras pueden contener salsas, frutos secos o servir de azucareras. / Foto: ARCADIO MILLAN

Son tantas las figuras que realiza que resulta difícil escoger, pero asegura que sus clientes piden con mayor regularidad el búho y la Virgen Marinera. Sus pasapaleras, con formas y color de nuestras frutas tropicales, engalanan desde las mesas más humildes hasta los restaurantes de algunos hoteles locales.

Tras cinco años trabajando las taparas, consiguió versatilizar su presentación a través del empleo del color. “Mis pasapaleras están plastificadas con un material especial que las protege y permite que puedan ser usadas para servir o contener comidas o alimentos”.

EN INSTAGRAM Su cuenta y galería virtual es @yamilarte para encargos.
FERIA Todos los sábados en la feria de Arte La Asunción.
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