2 Dic, 2019 | Los venezolanos vivimos una crisis política, económica y social sin precedentes en nuestra historia política contemporánea, y por nuestra condición insular, aquí la situación se agrava y empeora cada día más.
Nuestra gente vive agobiada por la hiperinflación que arrasa con los menguados ingresos que percibimos, falta de alimentos y medicinas, hospitales y ambulatorios donde todo hace falta y que funcionan gracias a la mística de médicos y personal de enfermería, pésimo servicio de transporte interno, muy poca conectividad aérea , acabaron con Conferrys, el sistema de Puerto Libre está colapsado, el agua llega cada 30 días y anuncian que el ciclo será de 45 días, el servicio eléctrico es una calamidad con los continuos apagones, la inseguridad crece en todos los pueblos y barrios del territorio insular y son muchos los neoespartanos que han decidido emigrar hacia otros países buscando mejores condiciones de vida. Todo un cuadro dramático, patético que revela en toda su dimensión la tragedia de este momento y desnuda la inmensa ineficacia, desidia y corrupción de quienes detentan el poder hace 20 años para desgracia de todos los venezolanos.
Muchos se preguntan por qué aquí no pasa nada cuando observan los sucesos que ocurren en otros países latinoamericanos. La mayoría quiere una salida rápida e inmediata a esta grave situación.
Ellos también saben que Maduro se sostiene con el apoyo militar e instituciones secuestradas, porque todos los sondeos de opinión confirman que estamos ante el peor gobierno de nuestra historia política reciente, que no llega ni a un 20 % de apoyo popular. En otras palabras, una minoría pretende mantenerse en el gobierno por el solo poder de la fuerza de las bayonetas.
Sostenemos que defendemos la unidad como valor indiscutible del cambio político. Sin unidad no hay victoria posible. Por ello, debemos seguir impulsando el liderazgo de Guaidó, el joven Presidente de la Asamblea Nacional que con coraje, valentía y talento le ha hecho frente a todas las tropelías y desmanes del régimen buscando la recuperación de la democracia venezolana.
El peor de los errores es desanimarse y alentar las voces agoreras que hablan del fracaso de la oposición. Aquí no hay lugar a la desesperanza, porque no se vean luces claras en el camino, porque la verdad se impondrá más temprano que tarde.
Una vez, Churchill fue llamado para que le hablara a un grupo de londinenses que estaba desanimado ante la creciente amenaza de Hitler sobre Inglaterra. Entonces, el primer ministro inglés le dijo: “Nunca se rindan, nunca, nunca, nunca se rindan.”
Los ingleses nunca se rindieron e Inglaterra junto a los Estados Unidos y Francia derrotaron a los nazis.
La verdad siempre se impone y aquí será igual, de eso que no quede la menor duda.