7 Nov, 2019 | Hay una Isla. La Margarita, donde canto nace, canto no perece. Canto de La Margarita… Azul, donde, cada ola es un pájaro. Cada nube una mujer preñada de rocío. Sequía de esperanzas, que, dice cantos y poemas; no porque sean una obligación. Porque cantar y poemar es una pena de amor que solo se paga queriendo una Isla. Extrañando un pueblo, preocupándose por su preñez. Infantilidad. Necesidad de hijos. Mujer.

De carne y hueso, La Margarita: Excelente y bella. Estirpe indígena que llegó a este mundo y, arribó como la Virgen del Valle. Parió Chipicales, Tabitos bicharas, Tellitos Rodríguez y Collares de Perla. Para que canto doliera. Canto como el de jóvenes cantores en “Orgullo Insular”. De tejas viejas y se diga, se grita profundo, recio hasta donde hondo nace nuestra condición de amor: “Cantarino el mar / Canto de turpial / le dan al paisaje / fondo musical”.

Si. De codiciada mujer azul, fuerte, incansable y adulta. ¡Notable paridora de hombres, mujeres, árboles y pájaros! Para que se sepa que hay una Margarita para toda la vida y soñar. Mujer que ha vencido la sed a base de sed y de casimbas de mujer. De angustias y azucares hastíos.

- Melchor Suárez, guitarra. Como si la hubiera entregado Licho Natalia, Juan Moya, Aniceto Rojas. El mismito Fucho Suárez ahí, pendiente. – José Mota, guitarra. Como si Nedin o Dámaso García le hubiesen dicho, anda, plántate ahí, frente a esa ventana y toca, toca. – Eddy Salazar, el aguantatodo. Maestro de ceremonias ¿No voy a saber yo que Maestro de Ceremonias aguanta el peso de la música de un Pueblo? – “Orgullo Insular”- Orgullo… ¡Bendito “ORGULLO” !

- José Salazar “Purrungo”, bandolín. El mismito adentro de Chilo Lunar, incrustado en sus manos. Como si Beto Valderrama hubiese hallado sustituto. Julián Guevara, salido de las entrañas de la tierra insular y resuelto su cantar y tocar bandolín a la vez. Potestad de Julián Guevara y ¿“Purrungo” Salazar? Es que toca sabroso, el condenao. – Orgullo… Insular.

- ¿Verdad “Chiche” y Froylan? ¡Bueno! Dirá Aniceto Rojas.

- Jesús Rangel, Chuíto, nieto de Modesto Gómez. Contrabajo ¿Sería que Ernesto Rodríguez, el de La Asunción, no pudo más y le echó a Chuíto semejante vaina? ¡Y qué parecido! (Claro, en la forma de tocar ese “Coroto” tan estrambótico). ¡El Contrabajo! ¡Te la comiste, Chuitooo! ¡Demás de Ogullo!

- Jorge Salazar, hermano de Celys, la crucificada del gordo Emirse Milano. Jorge toca el cuatro con voz de pájaro y el cuatro le obedece. Voz de niño. De café colando la madrugada. –Pedro Ávila, canto interminable de playa. De Pedro Mata y Tango de Jesús Vásquez. “Quisiera” en la voz de José Mercedes Carreño. Canta Pedro Ávila con la aorta encendida, si. – José López, estaba ahí y, dijo, ya vengo!. Dentro de poco, vengo. Con mi guitarra, porque, yo, sin guitarra ¿Qué hago?.

- Luis Gil y la gente queda lela, transportada. Es que su canto, mañanero, es de pesquería, no es contrabando, angustia, desengaño ¡El canto del Pueblo Margariteño! ¿Y, Asdrúbal Narváez? Cascabel regüelto todo el tiempo. Bulla de mercado viejo. Algarabía de tijereta. ¡Toca que toca esas maracas! ¿Serás, tu, Licho Guilarte? - “Orgullo Insular”, Terrible, Orgullo!

La Margarita para parir mujeres cantarinas. Y de fuera, como, Alicia Caraballo y de aquí Modestica Borh, María Valdivieso, Elenita Valdivieso, Zurama Velásquez. Y nacen Nora, Sarita Cardona, Francis y Amarilis Gil, Crucita Márquez. Qué Orgullo el de este “Orgullo”.. ¡”Orgullo Insular”!

¿Azul?