17 Sep, 2019 | Desde hace bastante tiempo se viene acusando a quienes encabezan este monumental fracaso político y económico denominado “socialismo del siglo XXI” de burlarse de la comunidad nacional e internacional a la hora de emprender negociaciones dirigidas a encontrar salidas a la crisis que han generado con sus pésimos gobiernos ahítos de ineficiencia y corrupción.

Un primer argumento, es que “llegaron para quedarse” y con ese cuento han venido manipulando instituciones y poderes públicos. Así tenemos hoy, un Consejo Nacional Electoral (CNE), absolutamente desprestigiado, pero tremendamente eficiente como órgano electoral del régimen. Un Fiscal General, que no fue elegido por la Asamblea Nacional, igual el Defensor del Pueblo y el Contralor General de la Nación. Un organismo legislativo creado como un parapeto de aplaudidores y aduladores del gobierno y un Tribunal Supremo de Justicia, auxiliar del régimen en materia judicial, que inventó la figura del desacato para tratar de anular a la Asamblea Nacional, único poder legitimo en este país.

El segundo argumento, es la autodeterminación de los pueblos, dando por sentado que los venezolanos nos sentimos satisfechos con este desastre que vivimos porque es producto de nuestra voluntad como pueblo.
En tercer y último lugar, la soberanía, término que sirve de todo y para todo a este régimen para justificar incluso, los ataques a la democracia y a los derechos humanos. Aquí, se puede torturar y matar y nadie debe protestar porque éste “es un país soberano e independiente”.

El régimen retiró sus delegados del proceso de negociación de Barbados y ahora dice que si Guaidó no rectifica su posición frente al Esequibo “no le verán las caras más nunca”, en una evidente y descarada manipulación de la verdadera posición de la Asamblea Nacional en torno a ese asunto.

Ahora la crisis sube de tono con la aprobación en la Organización de Estados Americanos (OEA) con 12 votos a favor y 5 abstenciones de la convocatoria de una reunión de los miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR) para discutir nuevas acciones de presión al régimen de Maduro. Se llama a activar el organismo consultivo de ese mecanismo conformado por los Cancilleres de esos países y que se realizará dentro de 15 días cuando esos funcionarios vayan a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Tratado en cuestión incluye medidas como ruptura de relaciones diplomáticas y consulares, interrupción parcial o total de relaciones económicas , comunicaciones marítimas , aéreas , el empleo de la fuerza armada y llegar al embargo económico.

Gustavo Tarre, embajador de Venezuela en la OEA, en relación con la posición del régimen de Maduro afirma:” Es fácil dar declaraciones de que se debe negociar y dialogar, pero en realidad el régimen no quiere negociar ni dialogar.”
Es decir, ni lo uno ni lo otro, y con ese comportamiento irracional se harán responsables ante la historia no sólo de la inmensa crisis que padecemos hasta hoy, sino también de lo que puede ser el desenlace de la misma.
Dios quiera que rectifiquen tan absurda y dañina posición ante los intereses nacionales.