13 Sep, 2019 | Hoy arriba a sus 78 años Acción Democrática. Nacido para hacer historia, este partido representa la socialdemocracia y, desde su fundación, ha cumplido su cometido a favor de una Venezuela libre y de los venezolanos.

La trayectoria, indeclinable, desde que Rómulo Betancourt, Leonardo Ruiz Pineda, Raúl Leoni, Andrés Eloy Blanco y otros muchos líderes de su tiempo y ciudadanos de primera, que la historia republicana los tendrá siempre en sitiales preferentes, lo fundaran con el mitin histórico de El Nuevo Circo de Caracas, llegó a ser, si discusión alguna, el partido de las mayorías nacionales y el que, desde el gobierno, logró no sólo la modernización del país sino llevó a cabo la transformación más profunda en lo político, lo económico y lo social, buscando –como en efecto lo logró- una mayor y mejor calidad de vida para el pueblo.

Atacado, lógico, por los restantes partidos, desde el comunista PCV al socialcristiano Copei, desde 1941 hasta 1998, cuando llega al poder la denominada revolución chavista, AD ha evidenciado, de mil maneras, que su compromiso con Venezuela es indeclinable.

Desde que se enfrentó a la dictadura de Pérez Jiménez, Resistencia que cobró el martirio de muchos dirigentes, a la prisión, tortura y exilio, AD dejó en claro que su lucha no lo amilana. Por el contrario, siempre surge, altiva y valerosa porque sigue viva en las entrañas del pueblo, que lo sigue en aldeas, pueblos y ciudades provincia adentro de una Venezuela que AD, se insiste, insertó productiva y poderosa al siglo XX.

La tarea del partido blanco, en suma, es de buenos resultados. Por lo menos la nacionalización del hierro y el petróleo, la defensa en todo sentido de nuestra integridad territorial, tanto del Esequibo como del Golfo, tan diametralmente patriótica a la asumida, de entreguismo, por solidaridades ideológicas, del chavismo gobernante, la distinguen notoriamente,

Ahora, de vuelta a la calle, ondeando su bandera blanca, el partido de los adecos de nuevo está en la pelea, entregándolo todo a favor de la reconquista, junto a las fuerzas opositoras, de la democracia y la libertad.