26 Ago, 2019 | “El secretario general de Acción Democrática, el secretario vitalicio, Henry Ramos Allup está pegando la gran carrera dede que el sábado 24 de agosto la gente de El PanAm post lo denunció como uno de los participantes, junto con su hijo, Ricardo Ramos D’Agostino, en uns estafa a Pdvsa. Allí, en ese reportaje está todo contado. Ahora esperamos por él y sus declaraciones”. Así cuenta de entrada Arquímedes Salazar, el analista nacional e internacional que de vez en cuando conversa conmigo. El sábado celebró los cien años de nacimiento del Gran Benny Moré, escuchándolo todo el día. Y hoy domingo, está leyendo el texto El último rostro, de Álvaro Mutis, donde narra cómo fue la reacción de Simón Bolívar cuando recibió la carta que le hablaba del asesinato de Sucre.
-¿La política de la oposición es el robo, el atraco? –le pregunto.
-Se supo todo. Desde que se supo que en Bogotá, Rossana Becerra y Kevin Rojas, encargados de apoyar a los soldados que se fueron a apoyar la entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela, se quedaron con los dólares, a partir de ese momento empezaron a surgir las dudas. También Nitú Pérez salió a denunciar la pedidera de dólares por todas partes. Y con la venta de Citgo y la entrada del procurador nombrado por el interino Guaidó, José Hernández, entonces la gente comenzó a dudar de todo. Y ahora Ramos Allup y sus hijos, para seguir en lo mismo. Una verdadera sociedad de cómplices en el robo y el atraco. Están robando donde pueden, y lo mejor es que en ese gobierno interino de Guaidó no tiene justicia, de esa manera roban y roban y no hay quién los pueda detener. En Colombia fue el embajador Calderón Berti el que quedó encargado de la investigación a Rossana y a Kevin, y hasta ahora nada se sabe. Si, la política de la oposición es el robo.
- Y mientras tanto, el país sigue cercado, ahora tampoco podrán venir a jugar beisbol al país los grandes ligas, ni siquiera los venezolanos que están por allá?.- le comento.
- Ese es otro problema, para que sigan diciendo que solo los chavistas sufren el bloqueo. Esa es otra medida para seguir apretando la cuerda. Ya no les basta con que el gobierno no pueda comprar medicinas en el exterior, ni comida, ahora también le prohiben a los peloteros jugar en el país, es la miseria del capitalismo, que cuando siente que no le hacen caso a su órdenes, entonces quiere hacer lo que le da la gana. Pero aquí se encontraron con un pueblo valiente, un pueblo que sabe defenderse.
