22 Jul, 2019 | No se puede llamar democrático a un régimen que siembra el terror en líneas aéreas, embarcaciones particulares, hoteles, monta alcabalas y desata la acción de grupos armados para tratar de impedir que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó pueda viajar por el territorio nacional. Pese a todo, Guaidó vino a Margarita. Llegó por mar, lo trajeron los humildes y valientes pescadores, los consentidos de la Virgen del Valle.
Su primer acto público fue visitar la Basílica de Nuestra Señora del Valle. Esa mañana los alrededores estaban repletos de gente ansiosa de saludar al líder de la oposición, quien llegó acompañado del gobernador Alfredo Díaz. La Basílica lucía llena de feligreses y partidarios, mientras la joven solista María Fernanda Rodríguez acompañada al cuatro por Juan Rojas, hijo, cantaba Mar de la Virgen Bonita y el Ave María y el líder junto a su esposa llevaban una ofrenda floral a la Patrona de Oriente.
Posteriormente, fue al mercado de pescado en Los Cocos. Allí, cientos de pescadores, vendedores y compradores lo saludaban y abrazaban. Todo era bullicio y alegría y desde un camión se dirigió a los presentes expresando que trataron de impedir su llegada, pero que ahí estaba “dándole la cara a nuestra gente para salir de esta tragedia que vivimos”.
De Porlamar se trasladó a Punta de Piedras y luego a Villa Rosa donde realizó sendas asambleas de ciudadanos, ambas masivas y combativas que evidencian el respaldo que tiene entre los insulares.
El viernes en la noche, el anfiteatro de Pampatar resultó pequeño para la avalancha popular que asistió a la presentación del Plan País en materia de turismo, que contó con las intervenciones del Gobernador del estado, alcalde de Maneiro, Valentina Quintero, diputados a la Asamblea Nacional y Juan Guaidó.
La visita del líder de la oposición terminó con una gran concentración en la calle Igualdad de Porlamar. Masiva asistencia, excelente movilización popular y buen mensaje que trajo fe, esperanza y fuerza a los neoespartanos.
Guaidó expresó que Nueva Esparta no se rinde y que seguimos en la lucha por recuperar el país.
Criticó duramente que nuestros pescadores tengan que hacer maromas para conseguir aceite para sus faenas. Pero, advirtió que “solo no podemos” que nos acompaña la comunidad internacional y la mayoría del pueblo venezolano.
Sentenció que “vale la pena luchar por este país” y que “juntos lo vamos a lograr” y pidió a todos que no abandonen el sueño de la libertad y recuperar la normalidad.
Terminó señalando que tiene la certeza de que vamos bien y que lo haremos mejor, pidiendo a Dios y a la Virgen del Valle bendigan a Nueva Esparta y a su gente.
Que así sea.