8 Ene, 2019 | Quizás haya pocos venezolanos que no le guste el beisbol. Este deporte representa pasatiempo y pasión entre nosotros. Muchos acontecimientos felices y también trágicos han rodeado su devenir histórico en el país.

Cada equipo de beisbol es dirigido por un manager y aquí hemos tenido de los mejores como Daniel Canónico, José Antonio Casanova, Alfonso Carrasquel, Pompeyo Davalillo, Luis Sojo, Oswaldo Guillén, Omar Malavé y Lipso Navas, latinoamericanos como Regino Otero, Oswaldo Virgil y Felipe Rojas Alou y norteamericanos como Phil Regan y Buddy Bailey, entre otros.

Como el beisbol nada nos apasiona tanto como la política. De allí que también la hemos llevado al terreno de juego. Aquí cada quien es un manager de tribuna en asuntos de política criolla.

Hace algún tiempo la dirigente de AD Paulina Gamus sobre el tema escribió: “Una de las situaciones más comunes y a la vez fascinantes eran los managers de tribuna, es decir, aquellos conocedores a fondo del deporte que criticaban cada jugada atribuyéndole errores garrafales al manager de su equipo, por lo cual éste perdía. “La política venezolana, especialmente desde la aparición del Twitter, se ha transformado en una especie de campo de beisbol virtual, en el que infinidad de tuiteros saben que es lo que se debe hacer para salir del régimen de Nicolás Maduro y le imputan traiciones, componendas, debilidades, marramuncias y toda clase de maldades y errores a los dirigentes que han asumido la conducción de la Venezuela opositora”.

Ni más ni menos es lo que está ocurriendo hoy en todos los rincones de la patria ante dos fechas claves: 5 y 10 de enero.

El 5 de enero toma posesión la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional, verdadera representante de la voluntad popular y único Poder legitimo.

Fue electo presidente del Parlamento el joven diputado Juan Guaidó en respeto al pacto de las fuerzas democráticas.

La discusión es en torno a las medidas que debe tomar la Asamblea Nacional ante la toma de posesión de Maduro como “presidente” el día 10 ante la ilegitima asamblea nacional constituyente.

Algunos piensan que la Asamblea Nacional debe designar un gobierno de emergencia y llamar a nuevas elecciones ya que Maduro no es reconocido ni nacional ni internacionalmente. Otros opinan que debe actuar en su carácter de representante de la voluntad popular y convocar a una consulta nacional para que los venezolanos escojamos el camino a recorrer en la recuperación de la democracia y la reconstrucción nacional.

Mientras ello ocurre, el Grupo de Lima desconoce al régimen de Maduro y ratifica que la solución en Venezuela es constitucional, pacífica, democrática y electoral.

Como un manager de tribuna más, pero sin atacar a la oposición, considero que la Asamblea Nacional al no tener a la mano una norma constitucional que regule la coyuntural situación que vivimos debe convocar a una consulta nacional para que todos los demócratas de manera libre nos pronunciemos por la salida más justa y adecuada a la crisis que nos agobia en este momento histórico tan difícil para todos. Yo confío en la Asamblea Nacional y en el Frente Amplio en esta nueva etapa de la lucha por la recuperación de la democracia.