15 Nov, 2018 | Un notorio grupo de preocupados venezolanos por la suerte del país, están dando la cara y asumiendo, esa es la palabra correcta, la difícil dirección de la conducta opositora al desastroso régimen, perjudicial en todo sentido, que comanda Nicolás Maduro.

Allí están representados, afortunadamente, el liderazgo nacional en pleno y no sólo el político. Es decir, la sociedad civil entera, cansada como está de tanto engaño, debilidades, desplantes, abandono y, sobre todo, de la falta de demostraciones contundentes a favor de la reconquista de la libertad y de la democracia.

Un propósito sano, así se entiende y aplaude.

Todos sabemos que la emprendida no es tarea fácil ni sencilla. Por el contrario, un reto que han aceptado a sabiendas que demandará mucho sacrificio, permanente disposición especialmente en estos tiempos de tanto incrédulo con suficiente razón para serlo, frustrado como está al no ver desde hace tiempo nada en el horizonte.

Convencerlo lo imagino duro, pero la sapiencia de ex rectores, como Pedro Cabello Poleo, de profunda huella en la educación del venezolano desde la última media década del siglo XX y lo que va del angustiante siglo XXI, es garantía de éxito.

Junto a ellos, calificados líderes del empresariado nacional, también con comprobada participación en lo que fue la industrialización de la Venezuela que, hasta 1998, era ejemplo continental.

A su lado, representantes de los trabajadores y del liderazgo gremial y comunal compactados con profesionales de valía en todas las disciplinas, sin olvidar al campesinado, pescadores, artesanos, intelectuales y artistas. Todos aunando voluntades a favor del pronto encuentro de la mejor salida, indispensable y urgente, que detenga la caída del país en el insondable precipicio al cual llegarle no es cuestión de mucho tiempo.

El Frente Amplio, tal cual su nombre lo indica, está en toda Venezuela. Aquí, en el Capítulo Nueva Esparta, lo integran los mejores y mañana sábado, precisamente en Unimar, el Alma Mater del Caribe, sesionarán para marcar pauta y diligenciar el mejor modo posible de darle cumplimiento a su trascendental cometido.

Los demócratas saludamos entusiastas a quienes, por Venezuela, han dado este paso al frente, definitivo.

Sabemos de las enormes dificultades que habrán de encontrar, pero superarán todo escollo y no habrá murallas, como las de Jericó, que se resistan a este llamado de la patria.

Nos atrevemos a predecir que terminarán venciendo, porque el pueblo les respaldará al ver la seriedad, responsabilidad y desprendida entrega de estos hombres y mujeres que, en hora definitoria, crucial y peligrosa, asumieron con valentía ciudadana tan craso compromiso.