4 Nov, 2018 | Al envejecer se producen cambios fisiológicos que aumentan el riesgo de deshidratación. El contenido total de agua corporal puede experimentar una reducción de cuatro a seis litros desde los 20 hasta los 80 años. Este menor contenido total de agua corporal significa que pequeñas pérdidas de agua corporal causan síntomas de deshidratación.

El contenido total de agua corporal disminuye al disminuir la masa corporal magra y aumentar la grasa corporal. Otros factores que intervienen en la deshidratación son:

· perdida de la sensación de sed, por variaciones hormonales como la disminución de dopamina (inductor de la sed) y el aumento del péptido natriurético auricular (inhibidor de la sed).

· Limitación de la capacidad excretora de los riñones

· Menor capacidad de deglución, movilidad reducida o desórdenes de comprensión y comunicación.

· Síntomas y enfermedades como: fiebre, diarreas, vómitos, diabetes o incontinencia.

· Factores medioambientales: alta o baja temperatura

· Conocimiento inadecuado o falta de tiempo, por parte de los cuidadores, que contribuye a una ingesta inadecuada.

· Medicación con laxantes, diuréticos o anti hipertensivos tipo IECA

El Instituto de Medicina de las Academias Nacionales de Ciencias de EEUU recomienda una ingesta total de líquidos (agua proveniente de bebidas y alimentos) de 3,7 litros y de 2,5 litros en el caso de hombres y mujeres mayores respectivamente

En Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha estimado que el valor de referencia para la ingesta total de líquidos, es de 2,5 litros y de 2 litros en el caso de hombres y mujeres mayores respectivamente. Nos leemos en 8 días. Que la Virgen les mantenga bajo su manto protector.