EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C |
Lo del miedo de Chevige Guaique Fue un miedo que se te enganchó en las solariegas calles del Juangriego, querido e inolvidable, de tu niñez. De aquellos tiempos de “encapotados” que salían a oscuras a romper virgos y a solventar “sequías apesadumbradas” de cualquiera desasistida que todo Juangriego sabía… Perucho Aguirre
11 Oct, 2018 | En “Paique”, “Paique” no es, ni la sombra de un sobresalto. Tu Cuento Ganador del Concurso Anual de cuando El Nacional era El Nacional, 1974. No. Ni un temor cualquiera. Fue un miedo que se te enganchó en las solariegas calles del Juangriego, querido e inolvidable, de tu niñez. De aquellos tiempos de “encapotados” que salían a oscuras a romper virgos y a solventar “sequías apesadumbradas” de cualquiera desasistida que todo Juangriego sabía… “No hay un miedo más terrible / como el miedo del Amor / ese que es el fulgor / de una luna irresistible. / Se nos planta comestible / y de infinitas querencias / con sus trampas, divergencias / que la víctima no espera / y no hay forma ni manera / De medir sus consecuencias…”… Tienes de Panchito Lárez Granado sus Poemas al Mar. ¡De Ángel Félix Gómez su irónica poética, ritmo y la mansedumbre! De Augusto Ramos, “La Chacalera”. ¡De Luis “Maneque” Gutiérrez, su violín! De José Lino Quijada, de Manuel Felipe Rodríguez y, fuiste calafateado con las calles: La Marina, La Aurora, El Sol, la Arismendi, la Bolívar y, para más vaina, Rita te dio teteros de Barrio Guiriguire…¡Carajo, Chevige, si tienes la voz del cantor Francisco Mata y la cadencia del conjunto Guaiquerí de Don Pedro Rosales ¿para dónde ibas a coger, tú, bautizado por Adrián y Modestica Bor en plena Rada?...¡Tu máxima navegación de altura, para venir recalando con las Tetas de María Guevara, en plena vespertina de las tardes de tu Juangriego, amado y con todas las maras repletas de crepúsculos y de canciones Guaiqueríes..! Y, volviendo a lo de tu, entrecomillas, “Miedo”, es bueno que no dejes de acercarte, siempre, por ahí, por lo de “La Laguna de Los Mártires”, mijoooo. Tú sabes más que yo de ésto, Chevige, ¡porque, ahí, es donde yacen todos los empeños, esperanzas, vicisitudes, angustias y amores de nosotros, los margariteños, y, como sabes ¡y eso nunca sobra…! La “Laguna de Los Mártires” es nuestra infinita y máxima vergüenza... Con el abrazo de siempre, tu definitivo depositario de adolescencia y, sin olvidar, que Miguel Delpino tiene mucho que ver con ese fulano “miedo” y no se le puede quitar, ni jugando; porque ese famoso “miedo” nos esgaritó la Islalidad. En ese “Paique”, feliz ganador del premio de cuentos de aquel Nacional de ayer, reposan con vida los espantos de la calle “Los Muertos”, tu calle, quizás, hoy, la única calle vigente de la Margarita… ¿Azul?
| ||||