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El cocuy: licor ancestral venezolano y uno de los tesoros gastronómicos mejor guardados
El cocuy contiene vitamina B3 o niacina, un aminoácido que ayuda en el metabolismo de las proteínas, el colesterol y los ácidos grasos. Además de abrir los vasos sanguíneos, ayuda a combatir enfermedades como la diabetes.
Juan José Hassan Gattas

27 Ago, 2018 | El Agave cocui es una planta silvestre que nace en las cordilleras del occidente venezolano, especialmente al norte del estado Lara y al sur de Falcón. Nuestros indígenas gayones, ayamanes, jirajaras y achaguas, antiguos pobladores de estas zonas áridas, la utilizaban con fines medicinales, religiosos, alimenticios y artesanales, pues el cocuy contiene una fibra muy suave llamada dispopo, con la que se pueden elaborar diversos tipos de tejidos como chinchorros, calzados, bolsos, sogas, etcétera.

En este caso se trata de una primera aproximación. Comparto algunos elementos que le ayudarán a evaluar y apreciar el cocuy que caiga en sus manos.

Incluso el colonizador español Gonzalo Fernández de Oviedo narraba: "El cocuy es útil y buena hierba, porque se hacen de ella muchas cosas: hilo, cuerdas y sogas. En tiempos de necesidad, a falta de maíz y casabe, es manjar para suplir el hambre y no tiene mal sabor".

Precisamente por culpa de la conquista y debido a la pobreza y el sometimiento que empezaron a vivir nuestros indígenas después del despojo europeo, la bebida llegó a ser empleada como producto de intercambio. "Estos indios solo atienden al cocuy para hacer hilos o hamacas en las que duermen y para venderlo a los cristianos a cambio de maíz. Solo licor de cocuy beben, porque el agua nunca la ven ni la tienen. Los cogollos del cocuy los dejan cocer y estofar, después los sacan y los comen; el cocuy les sirve de pan y agua", escribía el cronista italiano Galeotto Cey, quien vino a América en busca de fortuna y permaneció más de 12 años en nuestras tierras.

Luego, la Corona española, a través de la Capitanía General, establecida durante su período de dominio, oficializó la producción de alcoholes para apoderarse de ellos. Además, los españoles introdujeron el alambique, una especie de caldera utilizada para preparar perfumes, medicinas y alcohol, en la producción de cocuy.

El cocuy sanador

El cocuy contiene vitamina B3 o niacina, un aminoácido que ayuda en el metabolismo de las proteínas, el colesterol y los ácidos grasos. Además de abrir los vasos sanguíneos, ayuda a combatir enfermedades como la diabetes.

Por su parte, el pringote (de 80 grados alcohólicos) es colocado en un envase de vidrio junto a una culebra ciega para tratar desde reumas y quebraduras de huesos hasta artritis. El guarapo sin fermentar es bebido a diario en ayunas por las mujeres que quieren solventar problemas con la menstruación o la capacidad de concebir.

Además, los productores o consumidores de esta bebida suelen curar casi todos sus males con el famoso bálsamo, una mezcla de cocuy con hierbas o montes (semillas de bálsamo, raíces de jengibre, matejeito, un poco de palo de arco y hasta uña'e gato, ajo o hierbabuena) utilizada para realizar masajes corporales.

Hay un dato curioso conocido por la mayoría de los larenses: en la parte noroeste de Siquisique, municipio Urdaneta, existe un viejo cementerio conocido como La Zanja. Este lugar fue utilizado para enterrar en urnas y bóvedas a los fallecidos por la epidemia de cólera. Sin embargo, al multiplicarse las muertes, los cuerpos se empezaron a sepultar por montones en zanjas construidas por el gobierno. Los larenses Francisco Meléndez y Felipe Segueri eran parte de las juntas comisionadas que trasladaban estos cadáveres al cementerio. Un día les tocó llevar a un extranjero inglés que todavía agonizaba y los campesinos le dieron mucho cocuy para que olvidara el dolor y muriera en paz. Sin embargo, al regresar, encontraron al hombre fortalecido, los calambres y las convulsiones habían cesado y, al poquito tiempo, se recuperó.

El cocuy en la clandestinidad

A principios de la década de los '50, el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, de la mano con los empresarios del ron, aprobó una nueva ley de licores. La polémica normativa establecía que las bebidas alcohólicas que se expendiesen legalmente en el país no podían pasar de 50 grados alcohólicos. De esta manera, el licor artesanal pasó, de la noche a la mañana, a la clandestinidad, y sus productores eran castigados con cárcel o muerte.

El campesino Agustín Ereú pasó a la historia como una de las primeras víctimas cuando, el 2 de agosto de 1956, cayó abatido por los cuerpos de seguridad del Estado en la entrada de la población de Aguada Grande, estado Lara. Ereú transportaba sobre el lomo de su fiel mula una importante cantidad de cocuy de manera clandestina.

El cronista del municipio Iribarren, Ramón Querales, relata: "Se comenzó una campaña de descrédito contra el cocuy. Se decía que los campesinos se volvían locos y cometían crímenes. Era peor hacer cocuy que ser ladrón. Pero, en el fondo, todo esto era para potenciar la fabricación de rones".

Además, su condición clandestina hizo que se crearan infraestructuras inadecuadas y alejadas de las casas para que el humo no delatara al productor, por lo que cualquier asomo de lluvia pasmaba el proceso, perdiéndose absolutamente todo el trabajo.

Aun así, la producción de cocuy no desapareció. Más bien fue utilizada como un vehículo para sobrevivir cuando la necesidad apretaba, pues los campesinos empezaron a hervir el centro de la planta con leche de cabra para paliar el hambre de aquellos años.

Bondades del cocuy

Una bebida que se ha convertido en la favorita para deleitar el paladar y celebrar cualquier festividad. Hermano del tequila, bebida que puede ser preparada con varias combinaciones, entre ellas tenemos:

· 56%: Modera el nivel de los triglicéridos, colesterol y tensión arterial. Controla la diabetes.

· Cocuy 48%: Es apropiado para bañar a los niños con fiebre. Calma la picazón de la lechina y la culebrilla. Controla triglicéridos y colesterol.

· Cocuy con miel, jengibre y sábila: Alivia la gripe, tos, disfonía y dolores de garganta.

· Cocuy con chuchuguaza: Funciona para la impotencia sexual, circulación y el corazón.

· Cocuy con cují: Funciona para la impotencia sexual.

· Mamá Juana: Purifica la sangre, descongestiona el hígado, páncreas, vesícula, despeja las vías digestivas, limpia los riñones de arenillas o cálculos renales. Sirve para los cólicos, asma y afecciones bronquiales.

· Culebra Ciega: Sirve para soldar los huesos. Alivia los dolores y la artritis.

· Cocuy con semeruco: Es rico en vitamina C, es por ello que ayuda a mantener las defensas altas. Es digestivo y sirve para las flatulencias.

· Cocuy con uva: Es excelente diurético ya que al ser ingerido provoca una eliminación de exceso de agua y sodio en el organismo, a través de la orina.

· Cocuy con ajo: Regulariza el sistema circulatorio. Sirve para la hipertensión arterial, diabetes, reumatismo, enfermedades de las vías respiratorias y gases.

· Cocuy con ponsigué: Es una bebida alcohólica preparada a partir de la maceración de los frutos del ponsigué (especie de cereza o guinda que se da en climas tropicales, de pronunciado sabor ácido y no muy dulce).

· Cocuy con penca: Se utiliza la penca ya horneada dándole un sabor dulce y seco al cocuy cambiándole la tonalidad natural del cocuy.

· Cocuy con pelona: Se utiliza el corazón de la penca, le da un sabor dulce y cambia la tonalidad natural del cocuy colocándole de un color vino tinto.

· De barril (coñac): Es el cocuy macerado en barriles de roble, toma una tonalidad caoba; su sabor se asemeja al brandy.

· Cocuy con piña: Sirve para la digestión. Comprende todo trastorno de la secreción, colitis, hipertensión arterial, bronquitis, enfermedades hepáticas y estreñimiento.

· Ponche crema o leche burra: Es una bebida preferida por damas y caballeros. Se disfruta en época decembrina; sin embargo, con el agregado del cocuy de penca, se ha convertido en asiduo acompañante de celebraciones y degustaciones el resto del año.

· Cocteles: Bebida que se sirve fría, con sus diversos sabores dignos de paladares exigentes.

Recomendación final

Búsquese su cocuy 7 por 8, de 56 grados alcohólicos. Al no tener licor de caña, es un trago que no agrede, es suave en textura y sabor. Si no, opte por un cocuy añejado, de 42 grados alcohólicos, que pasa 14 años en barricas de madera, lo que le da un color mucho más oscuro y un sabor característico de tierra que recuerda al chocolate.

Finalmente, recuerde los sabios consejos de los artesanos cocuyeros: "Para beber cocuy, uno no se debe apurar mucho. Beba un palo y se aguanta un poquito". Así se bebe el cocuy: aguantaíto. ¡Salud!

Es nuestra responsabilidad conocer lo nuestro para poderlo salvaguardar. Resistir, insistir y nunca desistir. Un gran abrazo lleno de bendiciones y hasta la próxima entrega.




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