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Juan Griego se sacrificó por la libertad en la laguna “El 8 de agosto de 1817 tendrá Juan Griego su gloria y su martirio (...)”, refiere
el cronista Rosauro (Charo) Rosa Acosta al referirse al acontecimiento histórico. Carlos Villalba Luna
Juangriego esta de festividad histórica. Foto ARCHIVO SOL DE MARGARITA 8 Ago, 2018 | Después de la derrota en Matasiete, que hirió su orgullo de héroe de Bailén y Vitoria, batallas que dieron al traste la dominación napoleónica en España, y que afectó su imagen de “Pacificador” nombrado por Fernando VII para apaciguar las colonias ibéricas en América, Pablo Morillo planeó su venganza contra los margariteños, y al no poder pasar por El Portachuelo hacia el norte, porque La Asunción se encontraba bien resguardada por los patriotas, decidió marchar desde Pampatar a tomar Juan Griego, siguiendo el sur costanero. La intención de Morillo, además de revanchista, era adueñarse del puerto, para privar a los patriotas de comunicación exterior y de recursos para la guerra. El propio general escribe: “el ejército de mi mando se puso en movimiento sobre Porlamar el 6 (de agosto de 1817), con el fin de pasar a las playas del Norte y apoderarse del puerto de Juangriego, que era donde tenían los rebeldes toda su marina, con tres grandes flecheras y una balandra que acababa de llegar de Guayana (…) además, dos reductos con seis cañones y algunas casas fuertes”.
LAS HOSTILIDADES COMENZARON DE MAÑANITA Temprano, el 8 de agosto, las tropas españolas retoman su movimiento, ahora bajo una tenue lluvia que pronto amainaría. Señala Ramón Borra Gómez en el libro “En aquel ocho de agosto”, que “Morillo ha cambiado de opinión y en lugar de continuar el avance contra El Maco, se repliega a su izquierda buscando entrar a Juangriego por Pedregales y Las Piedras”, apoyado por una escuadra que bombardea al puerto. Morillo, por su parte, expresó su plan de batalla, ordenando a una división posesionarse de las alturas existentes a la izquierda de las baterías y el fuerte de Juan Griego; mientras que otra se apoderaría de las baterías que los patriotas tenían en la playa, con las que hacían fuego a los buques reales que se acercaban a la bahía.
A PEDRADA LIMPIA CONTRA LOS ESPAÑOLES Apunta Morillo que los margariteños: “No contentos con el fuego infernal que hacían, arrojaban piedras de gran tamaño, y como eran hombres membrudos y agigantados, se les veía arrojar una piedra enorme con la misma facilidad que si fuera una pequeña. Así tuvimos algunos muertos y muchos heridos a pedradas”. Esto ocurrió porque al no tener armas con las cuales hacer frente, los patriotas apelaron a lo primero que tenían a mano. Es pues en la Batalla del Fuerte, el uso de las piedras contra los españoles y no en Matasiete como falsamente algunos riegan. FRANCISCO ADRIÁN Entre los defensores sobresale el guaiquerí Francisco Adrián (Adriano), quien herido y pudiendo escapar, prefirió quedarse a correr la misma suerte de sus coterráneos, sosteniendo la tradición que fue quien voló el fuerte. En la celebración del centenario de la batalla (1917), expresa Borra Gómez, “a falta datos exactos que confirmaran aquella versión, el Dr. Amador Hernández, al enumerar los hechos de quien pudiera haberlo volado, terminó diciendo: lo voló el espíritu del patriotismo”. Borra Gómez dice además que “el 8 de agosto de 1817 se efectuó la histórica victoria de la dignidad contra la fuerza bruta (…) En esa fecha, los patriotas de la Isla se empinaron ante el porvenir, para que las futuras generaciones se vieran en su ejemplo”.
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