27 Jun, 2018 |

Es así como te siento,

desnudo,

muy tierno,

plantado al amor,

con olor a flores,

a viento,

a mar,

con intención de amar.

Dulce andar marino,

sin miedo al intento de pisar las cuencas de mi amor.

Ahora vienes conquistando mis sureños pies,

con sospecha a ver tierra con domicilio.

Si pudieran hablar,

dejarían ver la genuina ternura que imprimes en la descalza libertad,

dactilar tatuaje que arrojas en tu mirar.

Ellos supieron escalar arañando mis dedos,

enterrando el banderín del triunfo en el paraíso aquella mañana tropical.

Vinieron naufragando por centauros días

y se enredaron por meses,

conquistando la eternidad,

perfumando el viento nacarado,

noble lienzo que guardaron los besos azules zigzagueantes con tus suaves pies,

frente al mar insular.

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Mis criterios

He ordenado mis criterios,

he alineado las angustias

y las mandé al desfiladero del olvido.

Me enfrenté a duelo con mis miedos

y los vencí con mi espada de fe.

Di un paso al frente

y llegué a la cima de la vida, clavando la bandera del amor.

Me tocó vivir con honores oliendo aires dignos,

sonriendo a la libertad con el zumo de lo que soy hoy.

¿Quién soy?

La domadora de mi destino.

La oradora de mi orden.

La esculpidora de la esperanza.

La danzadora de la alegría.

La conectora celestial.

La regadora de sueños.

He ordenado mis criterios,

bendita vida que decidí vivir.

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Flameado amor

Hay días que te amo más que otros...

Hay otros que forman un alborado amor...

Otros arden con tantas ganas que queman...

Pero el amor de hoy forma una aurora

flameada de tenue fragancia a vida,

que sin querer,

me enciende.