23 Jun, 2018 | "…veo con dolor que cantidad de gente, bajo un sol inclemente, camina por autopistas y calles de las ciudades para ir de un sitio a otro".

En el año 2011 tuve la oportunidad de viajar a Cuba con motivo de la visita de Benedicto XVI. Muchas cosas me llamaron la atención y me movieron a la compasión. Por ejemplo: la ciudad a oscuras, la gente flaca, ancianos descuidados y muy solos, el transporte público en camiones, etc. Todo en un clima de aparente conformidad y acostumbramiento.

Hoy, siete años después, veo con dolor que cantidad de gente, bajo un sol inclemente, camina por autopistas y calles de las ciudades para ir de un sitio a otro. Paradas de transporte público abarrotadas de gente y largas colas donde no se discriminan adultos mayores, mujeres con niños: es un clima violento y de supervivencia. ¡Es la indignidad! Peor acontece en las horas punta. Camiones que se pudieran usar para otras tareas quizá más productivas, se usan para transportar gente con el peligro que supone subirse a un camión de esa altura o bajarse cuando corresponda. En todo caso, nuestros conciudadanos son transportados peor que animales y aprovechan esos sucedáneos para ir de un sitio a otro, sin ninguna otra posibilidad.

¿Dónde están los autobuses Yutong que se compraron? ¿Se ha hecho auditoría de ese mega plan de transporte? ¿Dónde está la política de apoyo al trabajador que se tiene que trasladar para poder medio vivir? ¿Qué apoyo se da a las busetas y miniautobuses que hacen rutas urbanas y suburbanas? Ver sufrir a tanta gente es muy doloroso. No se entiende cómo autoridades que tienen a su cargo estos servicios permiten soluciones así. Cómo los ciudadanos son forzados a poner su seguridad en peligro con las perreras que menos mal existen, porque si no el día se iría en caminar "de aquí para allá y de allá para acá".

El sistema que se implanta es de aislar a las personas, dificultar el trabajo y los desplazamientos. Hay que afirmar que en esto y muchas otras cosas somos capaces de organizar otras soluciones. La historia así lo dice.