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¡No botes tu voto! Sácale provecho Ni te molestes siquiera en pensar un segundo cómo vas a movilizarte. No irás a sufrir, al menos te lo aseguramos por esa jornada, el calvario del transporte público. El que padeces cada día, aguardando en las paradas durante horas y horas desde el alba y luego al caer la tarde, bajo sol inclemente o copiosa aguacerada, el maltrecho bus o camioneta, repletos de gente apiñada y sudorosa o a veces guindando como monos, que te lleve o traiga del trabajo. Por esta vez no será así. Walter Castro Salerno |
walterjosecastro@yahoo.es
19 May, 2018 | Lo primero que debes tomar en consideración dadas las circunstancias en la Venezuela de hoy, donde todo se vale en el combate por la supervivencia, es la plena vigencia del viejo principio aquel de "¿Cuánto hay pa' eso?". Si tienes esto claro en mente, y has tomado conciencia del valor y/o precio que tiene tu voto, pues entonces de pie y en marcha, alegre y campante mañana domingo 20M hacia el centro de votación más cercano a tu vivienda o a aquel que te asignen. Ni te molestes siquiera en pensar un segundo cómo vas a movilizarte. No irás a sufrir, al menos te lo aseguramos por esa jornada, el calvario del transporte público. El que padeces cada día, aguardando en las paradas durante horas y horas desde el alba y luego al caer la tarde, bajo sol inclemente o copiosa aguacerada, el maltrecho bus o camioneta, repletos de gente apiñada y sudorosa o a veces guindando como monos, que te lleve o traiga del trabajo. Por esta vez no será así. Te buscarán a la puerta de tu casa. Servicio exprés y de lujo. Cómodo asiento y aire acondisoplado. ¿Le apetece un cafecito bien caliente? ¿Tal vez una empanada? Tranquilo. Una amable azafata se los traerá en seguida mientras se llega al centro de votación. Allí llegado y apenas baje del confortable vehículo póngase duro. Vaya por partes. Asegure el viaje de regreso. En las afueras del centro de votación reclame de inmediato lo suyo. Nada de voto ahora y bono después. No señor, amarre su bono o los bonos. Pida su bono de "uan". Ah, y nada de transferencia bancaria. Por muy devaluado que se encuentre el dinero, y que casi sea inservible, no importa. Que le den sus billetes, en las más altas denominaciones. Nada de billetes de 50 o de 100 bolivaritos. Billetes nuevos. Olorosos a tinta fresca. Asegure también de una vez su bolsa o caja de comida. Revise con cuidado el contenido. Haga un minucioso control tanto de la cantidad como de la calidad de los alimentos de la caja. Deseche los que se encuentren en mal estado. Sea rígido en este punto. Satisfechas estas condiciones previas y cumplidos como han sido todos estos pasos destinados a sacar el mayor provecho a su voto, ya podrá entonces ir a ejercer su legítimo derecho al sufragio y cumplir con el sagrado deber que le exige la patria. Finalmente, quién quita si tiene la buena suerte de tropezar con algún magnate bien enchufado que ande por allí, monitoreando la jornada electoral, se le invite a terminar con un paseo en la laguna de La Restinga, una parrilla de verdadera carne en San Juan, o a un suculento banquete en playa El Agua con toldo y sillas incluidos… No botes, pues, tu voto. Sácale provecho.
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