13 May, 2018 | El 8 de mayo de 2013 se celebró el primer Día Mundial del Cáncer de Ovario. En esta fecha, las organizaciones contra el cáncer de ovario se unen para enseñar a sus comunidades sobre el tema.

Este cáncer representa el tercero en incidencia y el más letal, dado que 70% de las pacientes se encuentran en una etapa avanzada cuando se diagnostica. Esto es debido al espacio de la cavidad abdominal, donde puede crecer sin ser detectado al no encontrar barrera que cause dolor o algún síntoma a la paciente.

Se presenta después de la menopausia. Las mujeres con mayor riesgo tienen antecedentes familiares de cáncer de ovario, útero o mama, inicio de menstruación en edades irregulares. Con quistes ováricos, sin hijos, obesidad, tabaquismo, alta ingesta de alcohol y sedentarismo.

Es una enfermedad silente o asintomática en las etapas iniciales; ya en las más avanzadas existen algunos signos, como malestar en la parte inferior del abdomen, pérdida de peso y del apetito, dolor de espalda, hemorragias después de la menopausia o entre períodos menstruales, aumento de la circunferencia del abdomen, fatiga, estreñimiento o sensación de llenura precoz al comer. Estos síntomas suelen relacionarse con otras patologías y por lo tanto son ignorados.

El diagnóstico se realiza con el análisis de la historia clínica; revisión de marcadores tumorales, ultrasonido transvaginal, ultrasonido Doppler y la tomografía axial computarizada (TAC).

El ginecólogo hace el diagnóstico inicial, luego el definitivo se realiza con la biopsia tomada por el cirujano oncólogo durante la cirugía.

Nos leemos en ocho días. Que la Virgen les mantenga bajo su manto protector.