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28 de marzo de 2024





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El Luis Ortega no está bien
Mucho se rumora en los espacios del hospital sobre la limitada atención a los enfermos y de los chanchullos con los insumos y las medicinas por parte de los trabajadores de ese centro hospitalario, lo cual no dudamos sea cierto, pero en aras de mantener un espíritu de justicia, debemos afirmar que no se debe generalizar.
José Rodríguez Suniaga | cheitocarobo@hotmail.com

20 Abr, 2018 | Nos comentaba Doña Elodia que la problemática de la salud en el estado Nueva Esparta, al menos la que conocemos, vivimos y padecemos, es sumamente grave y alarmante. Tal afirmación la sustentamos en la situación de operatividad del Hospital Central Luis Ortega, como punto referencial, por ser el máximo centro hospitalario de nuestro estado. Allí, a excepción del centro de imágenes, nada funciona como debe ser: El laboratorio casi ni existe, no hay medicinas ni insumos médicos, el personal de enfermería es insuficiente y lo más grave, la fuga de especialistas, la cual ocasiona que los pacientes queden en las manos y la inexperiencia de pasantes y noveles galenos, quienes humanamente tratan de cumplir con su labor, a pesar de las adversidades y las limitaciones materiales.

Mucho se rumora en los espacios del hospital sobre la limitada atención a los enfermos y de los chanchullos con los insumos y las medicinas por parte de los trabajadores de ese centro hospitalario, lo cual no dudamos sea cierto, pero en aras de mantener un espíritu de justicia, debemos afirmar que no se debe generalizar. No todos los trabajadores del HCLO son delincuentes y por culpa de dos o tres desadaptados, tengamos que culpar a todos los servidores públicos que laboran en ese centro de salud. No es justo que por unos pocos, paguen, por ejemplo, un cuerpo médico que sigue honrando su juramento hipocrático, grupo de profesionales que no se han ido porque aún creen en nuestra patria. A la totalidad del gremio de la enfermería, ya que la mayoría de ellos han hecho de su labor una práctica samaritana. De igual modo, no podemos meter en el mismo saco a todos los licenciados, técnicos, camilleros, camareras, obreros, administrativos y milicianos.

El problema del HCLO es preocupante y todo eso lo percibimos durante los angustiosos ocho días que convivimos en ese centro hospitalario y nos llamó poderosamente la atención que en ese tiempo, vimos descargar varios camiones con, suponemos, insumos y medicinas, entonces, ¿Por qué no hay, qué lo hacen, a dónde van a parar?
En definitiva, la situación del Luis Ortega es sumamente grave y sigue funcionando gracias a la mística, profesionalismo y vocación de servicio de la mayoría de sus trabajadores, de allí que se hace impostergablemente necesaria una profunda revisión de su funcionamiento. Que las autoridades de la salud vigilen, controlen y lo más importante, que acepten la situación de gravedad que existe y no sigan mintiendo, expresando que todo está bien. Señores, el estado de salud del HCLO es delicado, pónganle ustedes el tratamiento adecuado que pueda sanarlo y salvarlo. Por ahora está bueno, hasta el próximo Zaperoco.




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