6 Mar, 2018 | El gobierno, agobiado por una crisis que se agrava y por los desaciertos de las fuerzas democráticas, convoca a través de la fraudulenta Constituyente unas elecciones presidenciales extemporáneas que son refrendadas por un manipulado y sumiso Consejo Nacional Electoral. Mantenerse en el poder a cualquier costo parece ser el único interés de Nicolás Maduro y la camarilla gobernante.

La situación económica y social es cada día más lamentable y el país se hunde en medio de la hiperinflación, la migración a raudales, la inseguridad y el mal vivir. Ante todo lo que ocurre, es necesario y urgente un cambio político. Si no hay un cambio político, las cosas no mejorarán porque el gobierno es el responsable de la crisis que sufrimos todos.
Los demócratas creemos en el voto como solución de los problemas políticos. El voto como arma fundamental de la democracia. Creemos en elecciones justas, transparentes, competitivas y equitativas y no estamos dispuestos a ceder ante los chantajes de la camarilla oficialista que pretende que reconozcamos resultados de unos comicios signados por la arbitrariedad y el ventajismo.

La comunidad internacional ha reaccionado adecuadamente a las demandas que piden democracia para nuestro país y lo menos que podemos hacer es agradecer esa ayuda luchando por resolver un problema que es de los venezolanos.

Ante el dilema de participar o no en estos comicios, hay que responder que no lo haremos en las condiciones injustas y arbitrarias que impone el gobierno, por lo tanto Falcón debe retirar su postulación.

Sabemos que todos los sondeos de opinión indican que el gobierno es rechazado por más del 70% de la población, pero el régimen ha venido sofisticando sus mecanismos para el fraude electoral jugando con las necesidades primarias de las familias, la manipulación y el populismo, rémora que ha causado y causa un grave daño al país. Estamos de acuerdo con la conformación de un amplio frente en defensa de la democracia y la Constitución. Democracia y Constitución son nuestros pilares.

Por ello, la sociedad civil y las fuerzas democráticas deben marchar unidas en este empeño por conquistar unas elecciones justas y competitivas y resolver la crisis económica y social. En Nueva Esparta ya comenzó esta tarea. Todos tienen su puesto de lucha en este gran frente encabezado por la Iglesia, las universidades, los empresarios, los sindicatos, el movimiento estudiantil, pescadores, campesinos, amas de casa, las organizaciones sociales, los partidos y movimientos democráticos y todos los que desean un cambio político para recuperar la democracia que nos merecemos todos los venezolanos.