Porlamar
29 de marzo de 2024





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En hogares reina la amargura al enfrentar el alto costo del azúcar
La elaboración de dulces y el arte de la repostería cada vez se dificultan más y tal realidad hasta “pone en jaque” o limita la posibilidad de elaborar meriendas, postres y, en especial, tortas para cumpleaños, bautizos o matrimonios.
Yanet Escalona | @yanetescalona

Foto: ARCHIVO

La versión refinada y de marcas reconocidas del azúcar casi ha desaparecido del mercado, debido a la baja producción nacional. El azúcar importada es ofrecida casi como “oro blanco”. / Foto: ARCHIVO

5 Feb, 2018 | El dicho popular señala que “a nadie le amarga un dulce”, pero aplicar ese refrán ya no es válido en la Venezuela de hoy, donde elaborar un simple postre o merienda cuesta demasiado en razón de los costos de la materia prima.

El precio del azúcar se bate con el temible ingrediente de la hiperinflación, de modo que en los hogares ese producto termina siendo casi inalcanzable, golpeado por un vaivén de precios que eleva su precio a pasos agigantados.

Hasta la semana pasada, el margariteño podía adquirir el kilogramo de azúcar entre 130 mil y 180 mil bolívares, dependiendo de si era pagado en efectivo o con tarjeta de débito, respectivamente; pero ya arranca la semana con el kilo de azúcar traspasando la barrera de Bs 200 mil.

Es así como todo aquel dulce que a diario le daba dicha o felicidad al venezolano, halagando paladares, ahora se revierte en amargura por razones obvias.

Además, acudir a las panaderías para comprar pan dulce, golfeado o postres es otra tarea titánica a la hora de pagar, por los precios que se observan en las vidrieras.

Es “catastrófico"

Libia González, ama de casa residente en Porlamar, sólo encuentra un calificativo para describir lo que hoy se vive: “catastrófico”. Así lo expresó en el centro de la ciudad, tras comprar contados productos, incluyendo carne roja. Iba acompañada de la menor de sus tres hijos, una niña de 11 años.

–No quisiera exagerar, pero es que no encuentro otra palabra correcta para describir lo que estamos pasando. Esto ha sido catastrófico, sobre todo porque un día compramos a un precio y ya en la tarde lo encontramos en otro. Fíjese (y muestra las bolsas), compré algo de carne y la de primera estaba en 335 mil bolívares el kilo, pero no había la carne de segunda, aun cuando la diferencia era apenas de tres mil bolívares.

En cuanto a la repostería o dulcería, afirma que cada vez se merienda menos e incluso está limitada la materia prima a la hora de elaborar tortas para los cumpleaños, bautizos ni matrimonios.

–Si acaso se elabora un ponqué para agasajar a la cumpleañera, pero tiene que ser pequeño. No se puede ya ni celebrar una fiesta y menos compartir como antes. Lamento que lleguemos al individualismo porque esa es la situación: apenas uno puede subsistir y ayudar a su familia. Eso es realmente triste porque se pasa por egoísta, cuando el venezolano no era así, sino que compartíamos todo e incluso hasta hace poco yo podía regalar arroz o azúcar, pero ahora no puedo.

Como su hija va a la escuela, Libia González tampoco tiene ya con qué subvencionar la compra de la merienda o desayuno en el colegio, porque le salía como mínimo en 82 mil bolívares diarios. La niña debe conformarse con lo que pueda llevar de la casa.

Seguir adelante

Para María Pérez, otra ama de casa que compraba carne en un frigorífico de Porlamar, “la situación está muy mala, pero tengo que resolver”, dijo mientras su hija complementó: “todo está difícil, pero hay que trabajar y salir adelante”.

Ofertan carnes

El mercado insular también se mueve con oferta y demanda de los llamados “combos” de carnes. En el municipio Mariño los bautizan con variados nombres; desde el “combo sopero o sancochero” hasta el “combo especial”. El “sopero” incluye, por ejemplo, tres kilos de hueso rojo, 1 kg de costilla, 1 kg de panza y uno de pata de res a un costo de 700 mil bolívares. Otra alternativa especial contempla: ½ kilo de bistec, ½ kilo de carne molida, ½ de carne para guisar o mechar, ½ kg de costillas, 1 kg de hueso rojo y ½ kg de pollo picado por Bs 790 mil.




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