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"Narices frías": protección y amor para perros de la calle
Helena Merlín, ex Miss Barinas 1975, se rehabilitó del mundo de las drogas; no obstante, asegura estar contagiada ahora de cinomanía, un amor intenso por esos animales.
Dexcy Guédez | @dexcyguedez

Foto: DEXCY GUÉDEZ

Luis y Asmary Castillo, vecinos de Helena Merlín, a quienes ha sembrado el amor por los perros, le ayudan en el cuidado y mantenimiento del hospedaje. / Foto: DEXCY GUÉDEZ

21 Ene, 2018 | Helena Merlín, ex Miss Barinas 1975, a quien muchos vieron deambular por la avenida 4 de Mayo en Porlamar cuando por una mala pasada del destino cayó en el mundo de las drogas, se rehabilitó hace aproximadamente ocho años y, luego de eso, se afianzó en ella la cinomanía, lo que describe un intenso amor por los perros.

Con el apoyo de sus hijas Stephany -quien fue Miss Barinas 2014-, Natasha y Lyliane, hizo posible el sueño de tener su propia vivienda para compartirla como hospedaje con los perros abandonados.

Fue así como nació "Narices frías", su casa ubicada en El Valle del Espíritu Santo, donde hospeda a canes que son rescatados de las calles de la Isla por diferentes proteccionistas de animales.

Los altos costos del alimento para esas mascotas no quitan el entusiasmo a esta exreina de belleza, quien hace esfuerzos por mantener a una cincuentena de perros entre rescatados y hospedados.

Aclara que el pago que recibe por hospedaje le alcanza a duras penas para comprar alimentos y medicinas para los animales que alberga en su vivienda construida con todas las características mínimas para dar rienda suelta al inmenso amor que siente por los caninos.

Menciona que ha rescatado perros de centros comerciales, panaderías y ventas de comidas rápidas; hasta los desata cuando sus dueños se van del país y los dejan amarrados para que mueran allí.

"El amor y la atención son la mejor medicina para ellos. La química ayuda, pero el cariño lo puede todo", expresa Merlín, mientras Blue, un enorme mestizo galgo con criollo, le lame el rostro.

Amor eterno

El amor de Merlín por sus perros es tan grande que tiene a la entrada de su casa un cementerio para ellos; sin querer dejar ningún nombre por fuera, mencionó que allí descansan Pitufina, Negrín, Canela, Ginger, Tommy José, Chikita, James, Silver y Kira.

El llanto brota cuando muestra un árbol que creció al lado de su "camposanto", con la figura de perro alado.

"Esa es mi Pitufina que se quedó acompañándome en forma de perro con alas", insistió con lágrimas en sus ojos azul profundo.

En el predio donde levantó su casa también dejó espacio para un huerto donde cosecha auyamas, cambures, parchitas y otros que sirven para alimentarse ella y sus mascotas.

Agradecimiento

Helena Merlín hizo hincapié en que su labor no es lucrativa y quiso agradecer a personas como Ángela Guerke, Georgette Kraus, Katiuska Paredes, Elena Armenteros, Ángela "la Mamá de Goliat" –pues no recuerda su apellido- y "el señor Charlie", quienes realizan algunos pequeños aportes, unos desde Venezuela y otros desde el extranjero, para comprar los alimentos y medicinas.




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