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El aura
Son campos de energía muy sutiles, pero que tienen una gran influencia sobre la materia densa, igual que el amor, que es lo más sutil, representa la fuerza más potente del universo.
Julio Machillanda | julionuevaera@hotmail.com

14 Ene, 2018 | Los seres humanos estamos inmersos en campos de energía, parecidos a los descritos por los físicos pero muchos más sutiles, que no pueden ser cuantificables por lo menos por los métodos científicos actuales.

Estamos ligados al universo y sobre todo a los seres humanos, con quienes intercambiamos influencias insospechadas. De allí proviene el nombre de holístico con que designamos nuestras terapias y meditaciones, que revisa nuestras relaciones con nosotros mismos, con lo que nos rodea, y con otras vidas.

Los campos energéticos de cada individuo se relejan en lo que podríamos llamar el aura.

Los chakras, el prana, sistemas de materia intangible y de energía, la consciencia como transformadora de la materia, la idea de un campo universal sin la necesidad de un dios personal, la validez de la sanación a distancia, el poder de la meditación, la existencia de la clarividencia y los estados intuitivos, todo muy bien y científicamente explicado, lo que termina el divorcio entre lo religioso y científico que hasta ahora se mantenía. Lo religioso debe ser científico y todo lo científico debe ser religioso, es decir, la totalidad, donde se conjugan el hemisferio izquierdo científico y el hemisferio derecho amoroso, formando la totalidad que es la divinidad.

El aura son campos de energía muy sutiles, pero que tienen una gran influencia sobre la materia densa, igual que el amor, que es lo más sutil, representa la fuerza más potente del universo.

El aura es una luz multicolor que rodea el cuerpo, de longitud que varía según la carga energética de cada ser humano, su densidad depende del tipo de emoción que se esté generando. Puede ser rojo en caso de ira; en el amor, rosado; el azul intenso, fuerza de voluntad; azul claro, religiosidad; amarillo, inteligencia; blanco, pureza; anaranjado, riquezas; verde, salud.

El color del aura no cambia a cada instante con las emociones, solo refleja el estado en que nos hemos mantenido por más tiempo.

(Continuará).




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