7 Ene, 2018 | Bienvenidos al 2018; en este año espero poder ayudarles y guiarles con pequeños tips de salud. Este mes lo voy a dedicar al cáncer en la tercera edad, iniciando con cáncer de cuello uterino. Para empezar es necesario saber que esta patología es poco común en la tercera edad, pero se presenta. Esto ocurre porque básicamente el cáncer de cuello uterino se presenta en toda mujer que tiene o tuvo actividad sexual. En la tercera edad la tendencia es a dejar de tener la interacción sexual y con ella se dejan de realizar los controles con ginecólogos, se deja de realizar la citología.

¿Cuál es el problema de no seguir con la citología en tercera edad, pese a ya no tener contacto sexual?

Depende de lo que, en medicina, llamamos riesgo de contraer una enfermedad. En la juventud y adultez se puede contraer el virus de papiloma humano (VPH) y no saberlo, nunca ser detectado, porque el sistema inmunológico es lo suficientemente efectivo para contener la infección, manteniéndola sin signos, ni síntomas. Entonces no se sabe, porque nunca se detectó, pasó desapercibido. Los médicos decimos: ocurre una infección subclínica.

Cuando se envejece, el sistema inmunológico también envejece y deja de ser tan efectivo. Es cuando esta infección puede aflorar. Si se realiza la citología anual se podrá detectar el cáncer de cuello uterino en estadios tempranos, antes de que los síntomas como sangrado, dolor en la pelvis, etcétera, aparezcan. Si la mujer alguna vez presentó infección por VPH, tiene más riesgos que aquella en quien nunca se evidenció la infección.

Por protocolo, luego de los 65 años y citologías anuales normales, el control citológico debe realizarse cada dos años. Posteriormente, si todo sigue bien, a partir de los 75 años, se realiza cada tres años.

Nos leemos en ocho días. Que la Virgen les mantenga bajo su manto protector.