3 Ene, 2018 | Así se vislumbra la criptomoneda venezolana, respaldada con activos reales, como petróleo, oro y otros minerales certificados, que afortunadamente poseemos en abundancia. Una inmensa riqueza que avala cualquier decisión tomada por el Estado para superar el terrible daño, inducido especialmente por la guerra económica, a la cual hemos sido sometidos en los últimos tiempos.

Año electoral para escoger al presidente de la República, lo que se presenta como una dura batalla dadas las condiciones existentes, precisamente provocadas por la oposición lacaya del imperio, cuyo único objetivo es adueñarse de nuestras riquezas para entregarlas a las transnacionales. Eso está clarísimo en la conciencia del venezolano patriota.

Los mensajes del presidente Maduro son una respuesta a los abusadores de los precios, porque hasta ahora no se ha conseguido el modo adecuado para vencerlos.

Seguramente, el petro será la piedra con la cual se tratará de dominar al gigante Goliat. El pueblo es el recurso más importante para cualquier medida que se deba tomar. Su tolerancia y comprensión, muchas veces demostrada, le dará fuerza al presidente para actuar. El otro capítulo es la ejecución de esas medidas, porque las ideas y la voluntad son muy buenas, pero las fuerzas contrarias son poderosas.

Dependemos, también, y es muy importante, del apoyo internacional de las grandes potencias que nos acompañan y han servido, hasta ahora, de muro de contención a los ataques del Imperio. El año que terminó, 2017, verdaderamente fue heroico, entre otras cosas, nos obligó a replegarnos al círculo más íntimo de la familia, para simplificar celebraciones y comilonas, que son muchas veces dañinas. Por ese lado, ha sido positivo para la salud.

Por otra parte, la continuidad del diálogo los próximos días 11 y 12 de enero despejará las dudas en relación con el adelanto de las elecciones presidenciales, para ver si se define de una vez por todas esta situación, que retarda el proceso político. Sabemos muy bien que los ataques no cesarán, pero al menos se aclarará el panorama. Debemos mantener el trabajo y nunca perder la esperanza. Feliz 2018 para todos. Mucha paz en revolución.