17 Dic, 2017 | Continuando con esta serie dedicada a cómo mantener la autonomía basada en el cuidado del sistema que nos permite movernos (músculos, articulaciones, etc.), hoy comentaré sobre las articulaciones. El cuidado de nuestras articulaciones es básicamente el mismo utilizado en los músculos. Así como con los músculos se promueve evitar la pérdida de masa muscular o sarcopenia, en las articulaciones buscamos evitar la artrosis.

La artrosis consiste en una degeneración del cartílago articular por el paso de los años, que se refleja en dificultades motoras y dolor al realizar los movimientos. Entonces músculos y articulaciones se cuidan con dieta balanceada, que incluya elementos como zinc, calcio, magnesio (que podemos obtener de alimentos como la avena), además de vitaminas A, C, E, complejo B, hierro y ácido fólico presentes en proteínas animales, como carne, pollo, pescado y proteínas vegetales como los granos, entre otros.

Realizar ejercicios, por media hora, dos a tres veces a la semana. Evitar realizar sobreesfuerzo al cargar pesos, esto aprendiendo a levantar peso; por ejemplo, un objeto pesado en el piso, se levanta doblando las rodillas no doblando la columna. Mantener una buena hidratación consumiendo medio vaso de agua, jugo o cualquier otra bebida cada cuatro horas. Ojo, las bebidas alcohólicas deshidratan, no hidratan, así que cerveza, ron, vino, etc., no califican para mantenerse hidratado.

También debemos mantener y respetar las horas de sueño, para que este sea reparador. Evitar el sobrepeso, y en caso de algún tipo de molestia o dolor acudir al médico. Nos leemos en ocho días. Que la Virgen les mantenga bajo su manto protector.