20 Nov, 2017 | En Venezuela hemos ratificado la vigencia de la democracia una y otra vez. Hoy los ciudadanos nos encontramos nuevamente a las puertas de un proceso electoral para elegir a quienes dirigirán nuestros espacios municipales y aunque sin duda este es un logro que debemos celebrar y defender, también debe hacernos reflexionar sobre lo que implica esta responsabilidad.

Si queremos ganarnos el respeto y la confianza de nuestro pueblo debemos actuar con integridad y excelencia. Quienes tenemos responsabilidades de gobierno tenemos que recordar y darle plena vigencia a la frase “eficiencia o nada” que promulgó el comandante Chávez y convertirnos en verdaderos servidores públicos trabajando con humildad, transparencia y efectividad para dar respuestas oportunas a todas las necesidades que plantea el pueblo.

Quienes están aspirando a nuevos cargos en estas elecciones deben tenerlo muy claro. No basta con decir que nos eligieron o que lo estamos haciendo bien, con presentarnos, cumplir un horario y retirarnos. Tenemos que buscar soluciones, presentar propuestas, escuchar a la gente, analizar de manera profunda y aplicarle una reingeniería a los procesos que aplicamos para garantizarles productos y servicios óptimos a los venezolanos, basándonos en un modelo de gestión verdaderamente eficiente, por resultados.

Muchas veces hemos hablado sobre la necesidad, la urgencia de eliminar el burocratismo y aunque nos cueste aceptarlo no lo hemos logrado al 100%. Por distintos motivos, entre los que destaca la falta de información y formación, así como el tema cultural, los organismos tienden a complicar los trámites y procesos en vez de simplificarlos y eso debe cambiar de inmediato porque el burocratismo es una de las causas del cansancio moral de los ciudadanos y eso es justo lo que debemos evitar.

Apliquemos como ejes de gestión la eficacia, eficiencia y productividad para tener respuestas más rápidas y hagamos todo con unidad en la acción, tanto en la materia gubernamental como en la política. Esto, aunado a un sistema apropiado de capacitación y superación para el talento humano, partiendo del respeto al usuario, permitirá transformar positivamente la administración pública, superando metas en beneficio del conjunto de la comunidad y erradicando ese mal terrible que es la corrupción.

Venezuela necesita auténticos líderes, gerentes y políticos al frente de sus instituciones, formémoslos e impulsémoslos, nuestros hermanos lo merecen. Trabajemos en función de ello y de seguro triunfaremos. Un abrazo.