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¿Navidades felices?
Los estrenos se multiplicarán como nunca y los hijos de la Patria tendrán sus regalazos para que alimenten los sueños propios de los primeros años. Y lo más chévere es que el presidente, que no descansa en su hemorragia de ideas para sorprendernos, seguro que sale con otro incremento salarial antes del cañonazo, o –también puede ser- con el depósito de un "bono compensatorio" quién sabe si de un milloncito, para contribuir al ascenso de nuestra felicidad, con la seguridad de que así es como los pueblos florecen y se encaminan hacia el desarrollo.
Mélido Estaba Rojas

18 Nov, 2017 | Está clarísimo que estas serán las fiestas navideñas más felices que hayamos tenido los venezolanos en todos los tiempos. Quien se atreva a contradecir esta realidad, merece que lo lleven preso a fuerza de plan, por negarse a entender que gracias a los esfuerzos del gobierno revolucionario, tenemos disponibilidad de todo cuanto necesitemos para solventar los antojos de esta vida bullanguera y esplendorosa, característica de la revolución bonita.

La inflación -que es como decir el baratillo- seguirá presente en todos los frentes de la economía para mantenernos en la mira envidiosa del resto del mundo; de tal forma que con el sueldo poderoso que tenemos podemos cubrir las exigencias del mes, y todavía nos quedará lo suficiente para ahorrar.

En estas Navidades, un ejército de muchachos, jóvenes trabajadores, seguramente estrenarán casa o apartamento, gracias también a las condiciones de vida y al acierto de los gobernantes en la formulación de políticas para convertirnos en el país más progresista del mundo.

Comprar su carrito de paquete o reacondicionar el que ya poseen, con reparaciones mayores, cauchos, batería y demás, también formará parte de los planes para fin de año. De la ropita, ni se diga. Los estrenos se multiplicarán como nunca y los hijos de la Patria tendrán sus regalazos para que alimenten los sueños propios de los primeros años. Y lo más chévere es que el presidente, que no descansa en su hemorragia de ideas para sorprendernos, seguro que sale con otro incremento salarial antes del cañonazo, o –también puede ser- con el depósito de un "bono compensatorio" quién sabe si de un milloncito, para contribuir al ascenso de nuestra felicidad, con la seguridad de que así es como los pueblos florecen y se encaminan hacia el desarrollo.

No hay duda, muchachones y muchachones, que las Navidades felices nos amenazan… ¡Ah, bueno! por poco se me olvidaba la pelusa de una cajota con perniles de 6 kilos, y hasta hallacas de harina mexicana, carne y especias del sur, y hojas de plátano cubanas, que serán otra perla para adornar la mesa.

Estas maravillas solo son posibles en socialismo, por lo que es nuestro deber dar todo el apoyo al gobierno para ver si logramos llegar al mil quinientos por ciento de inflación para finales de año. Por ahora a agarrar bien duro el carnet de la patria, y estar pendientes de las sorpresas y aumentos de sueldo, repasando la consigna aquella de que "así, así es que se gobierna", por si acaso ¿Noo?- Quién dijo que la felicidad no existe.




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