28 Oct, 2017 | Qué difícil se nos hace entender y agradecer que todos o la mayoría de las personas en nuestras vidas nos enseñan algo. No importa si es por muy corto o largo el tiempo compartido con ellos, siempre nos dejan una idea, enseñanza o sentimiento.

Desde el ser humano que nos encontramos en el ascensor, hasta el que barre las calles o el que va más perfumado, cada persona que nos rodea o vemos en determinado momento, es por o para alguna razón; y sin querer o no, nosotros hemos escogido ese camino.

Qué interesante sería si tomáramos un poquito de conciencia sobre esto y ser agradecidos con cada personita que llegue a nuestras vidas, porque nos guste o no, algo de ellos aprendemos. Además el mismo universo, muchas veces nos manda la misma historia; no sé si ustedes se han dado cuenta, pero como se dice muchas veces, "tropezamos con la misma piedra". Si en tu vida se repiten en varias ocasiones los mismos episodios, desde mi propia experiencia lo más recomendable que debes hacer, si así lo quieres, es darte una pausa y observar tu historia y pensar el porqué está sucediendo esto.

Preguntarte por qué se repite en tu vida la misma historia o por qué repito este prototipo de novio (patán), o mala relación con el dinero, entre otras cosas, te ayudará a dejar de hacerlo o por el contrario, volverás a seguir el patrón. Estas situaciones se seguirán repitiendo, créemelo, hasta que no aceptes e internalices lo que estás viviendo y tomes conciencia de ello.

Imagina que estás en la universidad y estás en tercer semestre de Derecho, y sabes que para pasar al cuarto semestre dependes de unas materias filtros que si no las estudias y apruebas, no pasas de semestre. Ya aquí tú sabes cuál es el paso a seguir: estudiar para pasar las materias. Pues, algo así sucede en nuestras vidas, para trascender en nuestros procesos debemos hacernos conscientes de lo que a diario sucede y de las personas que están relacionadas con esos momentos, porque es muy fácil decir y señalar al prójimo a causa de nuestros errores. El querer tener siempre la razón no te lleva a nada, solo alimenta tu ego, por lo cual consolidas tus pensamientos de superioridad y no te deja avanzar.

Por mucho que en su momento nos dé rabia, tristeza o decepción una situación, seamos agradecidos con esas personas, porque algo podemos aprender de ellos, a pesar de que en su momento no lo entendamos, lo mejor a veces en ese momento es callar, retirarse y esperar; y finalmente actuar.

Desde mi propia experiencia puedo decirte, que cuando tomé conciencia de que esto era así, bendigo a cada persona que sigue en mi vida. A las que ya no están debido a que ya cumplieron una misión corta, también les estoy agradecida, porque gracias a todos ustedes que me sirven de espejos y maestros en vida, hoy en día me he convertido en un gran ser humano, llevando amor y luz en la vida de cada uno de ustedes.

¡Tú ya puedes lograrlo!