Rafael González dijo que la práctica lo es todo. Resaltó que la caoba margariteña es de excelente calidad. / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ | @Yuliaseret

20 Oct, 2017 | Rafael González se ha dedicado a la fabricación de instrumentos de cuerda y asegura que el territorio neoespartano es ideal para esa labor por las bondades de la naturaleza insular.

Nativo de la ciudad de Caracas, específicamente de Propatria, González descubrió su habilidad desde muy pequeño, cuando compartiendo con su padre y hermanos, conoció la carpintería y desarrolló sensibilidad por el trabajo manual.

El camino hasta convertirse en luthier -constructor de instrumentos- tomó forma cuando se involucró con la música, siendo la guitarra su bandera.

Sin embargo, González narra que este, al igual que otros proyectos, se quedaron en etapa inicial, y no fue hasta después de los 30 años cuando decide formalizar sus estudios y tomar clases de lutería, en las cuales, asegura, aprendió y conoció toda la anatomía de instrumentos como el cuatro, bandola, mandolina y guitarra.

Margarita

Por razones ajenas a su voluntad, Rafael González se trasladó a la isla de Margarita, donde actualmente tiene su taller, entre árboles frutales y brisa marina.

Sobre el potencial del territorio insular para llevar a cabo su labor, aseveró que Nueva Esparta ha sido noble y le ha brindado buenos materiales para hacer realidad cuatros, guitarras y otros instrumentos.

Asimismo detalló que a pesar de que en ocasiones se le hace difícil conseguir la materia prima, esto no ha sido una barrera y que la tarea que más lo desafía es la que más le causa placer.

Sugerencias

En Nueva Esparta surge de manera frecuente la preocupación por la desaparición de las actividades tradicionales que fomenten la cultura margariteña y venezolana.

En relación a ese tema, González consideró importante la realización de encuentros de luthiers en la entidad, ya que según su opinión, unir a varias personas dedicadas a ese oficio es una valiosa fuente de conocimientos, los cuales deben compartirse y transmitirse.

El luthier Rafael González explicó que dar clases o talleres para enseñar su profesión amerita una gran inversión, la cual no está en capacidad de cubrir. Al mismo tiempo, acotó que de haber una institución insular con el interés de crear una nueva generación de fabricantes de instrumentos, él esta presto a dar apoyo.